«Valió la pena, lo que era necesario para estar contigo...»

MIGUEL GARCÍA

CDLUGO

LOF

El análisis de Miguel García

31 may 2021 . Actualizado a las 00:37 h.

Valió la pena lo que era necesario para estar contigo amor, tú eres una bendición, las horas y la vida de tu lado nena, están para vivirlas, pero a tu manera, enhorabuena, porque valió la pena». Es una de mis canciones favoritas y la incluyo en este artículo porque todo esfuerzo, trabajo y milagros valen la pena en este final trepidante para este equipo. Es mejor no preguntar cómo, lo mejor es pensar que el fútbol es así, que la vida es así y que la fe mueve montañas. La vida es caprichosa y el fútbol también lo es. Después de tenerlo todo hace apenas tres meses, lo perdimos en unas pocas semanas. Pero llegó la reacción. Lo definiría en dos razones, en el comodín del público que cuando menos se contaba llegó y en un cuerpo técnico que hizo todo menos ser técnico. Enhorabuena especialmente a ellos, encabezado por Rubén Albés, que dejó el chándal de coach cuando entró en el vestuario y se puso la chaqueta de asesor, consejero, animador, guía, orientador. La táctica y la técnica no tenían cabida, fue práctico y ágil en el planteamiento. Los entrenadores, los buenos, saben cuándo, cómo y especialmente qué es necesario. El esfuerzo se transformó en convicción, el trabajo en convencimiento, el milagro en esperanza. Y empezaron a creer. Reaccionó el equipo porque o eran ellos o no era nadie. Nos estamos mal acostumbrando a estos retos imposibles en las últimas jornadas, al alambre sin red. Consumada la meta, conviene reflexión y meditación a raudales. No es recomendable tanto vaivén, tanta oscilación, tanto balanceo. Los equipos, como las empresas, necesitan cimientos sólidos, planteamientos firmes para desarrollar sus proyectos. Hoy, después de las emociones vividas durante la noche y la madrugada, conviene revisarlo todo de nuevo y especialmente ese deterioro manifiesto en la relación club-afición. Años de decisiones controvertidas, años de discutidas disposiciones. Poca paz institucional, nula empatía club-afición. No debe de ser fácil una comunión perfecta entre una sociedad anónima deportiva y una masa social. Las decisiones financiero-deportivas a menudo chocan con el estado de ánimo del abonado, pero convendría una gestión con firmeza y regularidad en sus actos, con derecho a equivocarse, porque su equivocación va directamente a su cuenta de resultados, pero entendiendo que también provoca frustración en el ánimo del socio que ve unos colores y una historia en riesgo de extinción. Así pues, manos a la obra.