La opinión de Miguel García
07 abr 2019 . Actualizado a las 21:54 h.orprendió Alberto Monteagudo en la alineación. Sacó un equipo atrevido, de los de la primera vuelta, con los dos puntas, que pueden estar más o menos acertados, pero les sobra orgullo, sacrificio y trabajo. Escriche y Herrera cumplieron con su entrenador y le devolvieron la confianza depositada con dos goles que invitaban a pensar que era el día de ganar. Cuando te acostumbras a no ganar, hacerlo supone un reto casi inalcanzable, todo está en tu contra y especialmente en tu cabeza, que se niega a la realidad pero tampoco tiene argumentos para mejorarla. En esas estamos y como toda acción conlleva unas consecuencias, la consecuencia de no ganar es flirtear jornada tras jornada con posiciones incomodas de ver.
El equipo fue mejor en todo durante muchos minutos, y lo fue con el líder de la categoría. Eso dice mucho. Corrió, creó y defendió con criterio. Fue osado, valiente y vigoroso. Llegó con determinación y finalizó casi todas las jugadas, no sufrió durante ese tiempo en exceso porque concedió muy pocas transiciones ofensivas al adversario. Pero ningunear de la forma con que lo estaba haciendo al primer clasificado, eso nunca es gratis, hay que pagar peaje. Osasuna es líder por algo, no podía pasar por Lugo de forma desapercibida y en ese momento, cuando el campo comenzó a inclinarse, el equipo perdía fuerza y cuando era momento de técnicos, creo que no hubo la respuesta adecuada.
Las respuestas están en el trabajo diario y ahí faltó un criterio defensivo colectivo, un posicionamiento más acertado que le diera seguridad al jugador. Una profundidad defensiva con la que el equipo se sintiera más unido, más cercano uno de otro para que esa fatiga fuera más llevadera. El talento defensivo existe, el trabajo colectivo defensivo también. Eché en falta una orden más convincente que devolviera al equipo certidumbre y firmeza en ese momento. Monteagudo aludía a la experiencia, a que los cambios no dieron lo que dieron otras jornadas, para aguantar el chaparrón final de Osasuna. Las tareas, las consignas, las órdenes de los que salen y de los que siguen, se basan en la práctica diaria. En lo que trabajas en lo colectivo, grupal e individual en el aspecto defensivo. Probablemente va a necesitar hacerlo porque sin Seoane y sin Pita, los registros del equipo van a tener que ser