El Club Deportivo Lugo sumó un punto valioso en Mendizorrotza. Sin encajar y creando opciones de peligro. El equipo buscó la salida por bajo, con Carlos Pita como director de orquesta, así como con asociaciones y movimientos rápidos en tres cuartos. Pita determinó el partido. Se jugó al ritmo que siempre él quiso. Podrá acertar o fallar más o menos pases, aunque lo habitual es que atine la inmensa mayoría, pero su inteligencia y lectura del juego lo convierten en una pieza clave. Junto a él, el despliegue de David López y Antonio Campillo. Ambos se hartan de recorrer kilómetros y ocupar espacio. Cierran líneas y tienen memorizados los movimientos. La rapidez en la ejecución de Campillo en su disparo desde mediocampo demuestra hasta qué punto está concentrado. Las dejadas hacia compañeros y las llegadas desde segunda línea son otras de sus capacidades.
La principal novedad táctica fue la introducción de Iriome en banda izquierda. Un futbolista básicamente de perfil derecho. José Durán lo cambió de banda en Gasteiz. El tinerfeño apenas pudo lucir, pero su trabajo y potencial físicos lo convierten en determinante en esta categoría. Desde ese lugar, Iriome puede trazar diagonales y buscar el disparo, que lo tiene, y ampliar su muestrario de virtudes. O bien, abrir pasillos para las incorporaciones de un Manu que volvió a cuajar una notable actuación y que cuando se anima a terminar jugada añade una alternativa más al colectivo. Jonathan Pereira pasó de banda izquierda a la derecha. Tampoco pudo exhibirse, pero siempre provoca peligro. Abre espacios desde la banda para que lo aprovechen otros compañeros. Los defensas rivales salen de su zona preestablecida para intentar seguirle la marca sabedores de su facilidad goleadora y asistente. Esto crea pasillos interiores.
Los lucenses no sufrieron en exceso en defensa. El Deportivo Alavés solo inquietó por intervalos. Su opción más clara fue el cabezazo de Sergio Pelegrín, libre de marca a la salida de un saque de esquina. Álvaro Lemos volvió a cumplir como lateral derecho y con una virtud crucial: haciendo valer su físico. Ángel Dealbert sufrió por momentos. Y Carlos Hernández se sigue confirmando como un central ? delantero. Volvió a rondar el gol en dos córneres. Aclarados hacia el jienense partiendo siempre del guante de Pita. Hernández ha marcado más tantos (cuatro) que ningún otro central de la categoría, igualado con Kiko Olivas (Girona F.C. y ex compañeros como dupla de centrales en el C.E. Sabadell) y Chema Rodríguez (A.D. Alcorcón).
Ahora, un partido para soñar. El encuentro de la ilusión. Doce puntos sobre el descenso y a apenas tres de las eliminatorias por el ascenso. Sobresaliente temporada rojiblanca. Ya ocurra lo que ocurra en primavera. Llega el Albacete Balompié con victoria tras cambio de entrenador después de nueve jornadas sin ganar. De sus veintinueve puntos, solo seis como visitante. Desde la undécima jornada, ha perdido todos sus viajes, salvo un triunfo en San Mamés. Los albaceteños cuentan con un caballero en plantilla: Dani Mallo.