Sergio Marcos reivindica su sitio

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

CDLUGO

ALBERTO LÓPEZ

Marcó un cañonazo desde medio campo en su debut como suplente

10 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ser uno de los jugadores más jóvenes de la plantilla no ha impedido que Sergio Marcos se convierta en uno de los imprescindibles en el once de Luis Milla. El mediocentro llegó al Lugo este verano para competir por un puesto en la segunda línea, una posición cubierta por veteranos como Carlos Pita, Fernando Seoane o David López.

Su juego convenció al técnico rojiblanco desde el inicio y contó con él como titular en todos los partidos menos en el último, contra el Girona. Pisó el césped del Montilivi en el 57 de partido para sustituir a David López y marcó las diferencias 23 minutos más tarde. Rompió el repliegue del Lugo con un zapatazo desde el centro del campo que desarmó al portero local en el primer tiro a puerta de los lucenses. Un disparo que valió tres puntos y la primera victoria fuera de casa desde febrero.

Con 23 años, Sergio Marcos ha disputado este año 904 minutos en competición liguera. Desde que viste la rojiblanca ha marcado un gol y ha ofrecido dos asistencias, a Carlos Hernández ante el Almería (1-0) y a Carlos Pita frente al Oviedo (2-2). Cedido por el Villarreal, llegó a la ciudad de las murallas «ilusionado» y con ganas de hacerse un sitio. En su primer partido como suplente dio un golpe en la mesa y se reivindicó como imprescindible.

El tercer misil del curso

El Lugo no ha hecho mucho despliegue de gol en lo que va de curso. Son los terceros por la cola que menos han anotado en las primeras jornadas, por detrás del Mallorca (7) y del Bilbao Athletic (6). Sin embargo, 10 tantos le han servido para llegar a la quinta plaza de la clasificación. La media mejor amortizada de la categoría, con un gol cada 108 minutos.

El de Sergio Marcos es el tercer misil que dispara el Lugo esta temporada, también el más lejano. Carlos Pita sacaba la varita mágica contra el Oviedo con un gol desde la frontal del área. Un zapatazo con éxito del coruñés que abrió el marcador en el Carlos Tartiere. El segundo lo firmó Abel Molinero ante el Llagostera en un partido condenado al empate sin goles. En aquel duelo, disputado en el Ángel Carro, el extremo izquierdo salió en sustitución de Iriome en los últimos 10 minutos de encuentro. Ya en el descuento la clavó desde fuera del área, dándole el triunfo a los suyos.