¿Por qué tanto ruido en el Lugo?

Miguel Cabana
Miguel Cabana SEGUNDO LIBRE DIRECTO

CDLUGO

18 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Por qué el calculado plan para vender la mitad de las acciones del Lugo a un empresario de Luxemburgo no despertó ningún rechazo y sin embargo ahora hay quien critica el proceso justo cuando la adjudicación recayó en un empresario lucense? ¿Será que los lucenses aún sufren aquel complejo de inferioridad que consiste en pensar que todo lo de fuera es mejor que lo nuestro?

Está por ver que el empresario luxemburgués Gerard López pusiese dinero más seguro o de mayor calidad que el empresario lucense Tino Saqués. Lo que sí está visto es que ofreció menos por las acciones y por eso el concurso se falló a favor del empresario lucense. Y parece dinero más seguro el de un empresario lucense que el de alguien que vive en un paraíso fiscal y maneja entramados de sociedades que cambiarán según las necesidades.

Con Saqués como máximo accionista, la afición podrá mirar a su palco para bien o para mal. Porque un empresario de Lugo no puede dar la espantada, ya que al día siguiente tiene que seguir viviendo en la ciudad. ¿Pero a quién le iba a pedir cuentas la afición si el máximo accionista formal fuese un señor López con domicilio en Luxemburgo?

Lo que sí parece claro es que la actual directiva, es decir, el director general y luego el presidente, podrían seguir manejando el club sin dar explicaciones, bajo la cobertura formal de un tal Gerard López que no sería más que una excusa en la distancia.

Claro que no gusta dar explicaciones, pero sobre todo desde que se han puesto fondos públicos en la sociedad, se necesitan explicaciones. Hay que saber si el club se convirtió en sociedad anónima deportiva con 1,2 millones de deuda y se ocultó. Y hay que saber si ese dinero sigue estando aún hoy en el capital social o hubo que devolverlo. Y, por tanto, si podría ser falso que el club tenga tres millones de capital social en el banco a plazo fijo. Y habría que saber quién y cuánto cobra del club, empezando por conocer la nómina del director general, que a tenor de la rumorología es de primera división. Y eso le pasa por no haber dado cuentas desde el primer día.

En fin, se puede entender el nerviosismo y que se intente hacer ruido con quienes se presten a ello, pero ya es tarde, porque el concurso se cerró legalmente a favor del inesperado. Y ahora habrá que dar explicaciones. O intentar torcer la ley, pero en Lugo eso suele ser arriesgado.