Curiosidades de esta ciudad

Miguel Cabana
Miguel Cabana PRIMER LANZAMIENTO

CDLUGO

17 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tiene curiosidades esta ciudad dignas de un estudio sociológico. La directiva del C.D.Lugo presentó a un empresario afincado en Luxemburgo para venderle la mitad del club, y todo el mundo aplaudió con las orejas que el Lugo se lo quedase literalmente alguien que vivía a miles de kilómetros y no pisaba la ciudad una vez al año.

Pero encima, la directiva del club hizo mal las cosas, porque no se acordaron de que el empresario quería pagar en tres plazos. Y ahí se atrancó el concurso porque el luxemburgués Gerard López dijo que no. Que todo junto no lo pagaba. Por razones fiscales. Bien.

Se rehace el concurso para que se pueda pagar en tres veces la compra de medio club, y entonces se presenta el empresario lucense Tino Saqués y se lleva de calle el concurso, pagando bastante más que el que había sido presentado como gran magnate de los negocios. De Luxemburgo.

Otra vez el pequeño David golpeó entre los ojos supuestamente a Goliat y lo dejó tieso, llevándose la mitad del club.

Pero curiosamente en esta ciudad no se aplaudió al pequeño David ni aún siendo del solar patrio, sino que aparecieron varios grupúsculos agitando a la masa en las redes sociales y otras esferas para intentar ensombrecer la batalla. Contra toda lógica y contra el sentido común, hay quien llega a proponer incluso impugnar el proceso, pero menos mal que es abogado y él mismo reconoce que ya es imposible hacerlo ahora porque ya no es el momento. Pero da igual; presenta firmas, que eso siempre da juego en las tertulias tabernarias.

El momento de alegar al proceso fue hace semanas, pero curiosamente nadie dijo nada entonces, excepto el propio Saqués, que advirtió que le parecía excesivo poner la mitad del club en manos de una sola persona. Y por casualidades del destino, más bien por errores de la directiva, la mitad del club fue a sus manos.

Pero quizá la ciudad no sea tan cainita. Podría ser simplemente que la entrada en la cocina de un cocinero que no estaba previsto ha puesto a hervir las ollas más de lo habitual. ¿Por qué? Porque pueda encontrarse que el tocino no está en su sitio. O que alguna olla estaba demasiado llena y otras casi vacías. O que no le gusten algunos pasteles.

Y quizá en la cocina han puesto a los camareros a gritar. Pero los relevos son sanos, incluso los inesperados. No es tan cainita la ciudad. Es una simple ebullición que se explicará cuando se destape la olla. En pocos días.