Iván Pérez: «Me quedo con todo lo que disfruté cada día en este equipo»

M. Pichel LUGO / LA VOZ

CDLUGO

ALBERTO LÓPEZ

El jugador reconoce que se «sorprendió» cuando el Lugo, a través de su entrenador, Quique Setién, le comunicó que no recibiría una oferta de renovación

18 jun 2014 . Actualizado a las 19:17 h.

Iván Pérez se ganó a pulso su fichaje por el Lugo, hace ya temporada y media. El club le dejó entrenarse con ellos, y con su trabajo se ganó un puesto en el equipo. Primero, hasta el final de la campaña 2012-2013. Después, una más. Y no habrá otra, pues se encuentra entre los que no seguirán la próxima. En plenas vacaciones, el santiagués hace balance. Siempre positivo, resalta de su etapa rojiblanca: «Me quedo con todo lo que disfruté cada día en este equipo».

«El Lugo me permitió volver a disfrutar, meterme en la dinámica de un equipo. Volver a ser feliz», recuerda Iván con agradecimiento. Era el verano del 2012. Venía de una etapa complicada, en la que las lesiones le impidieron alcanzar su mejor nivel en la Ponferradina y, tras pasar por el Montañeros, duro descenso a Tercera incluido, se había quedado sin destino. Pidió entrenarse con los rojiblancos, a la espera de la llegada de alguna oferta. Entre medias, probó la aventura en un club danés, que no cuajó. Y el Lugo le abrió sus puertas para ser uno más en los entrenamientos en Segunda. De tal forma, que comprobado su rendimiento, convenció a Setién y al club, y jugó la segunda parte de esa campaña 2012-2013. No se trataba de un cualquiera, pues podía y puede presumir de haber defendido al Deportivo en Primera.

Reconoce que incluso llegó a pensar en colgar las botas. «Uno siempre se lo plantea, pero la ilusión te hace levantarse con una fuerza especial», y la encontró en el Lugo, después de pasar «un verano triste», en el que se encontraba «sin nada».

Lo tenía difícil para jugar en las tres vertientes de la media punta pero se hizo un hueco entre los Héctor Font, Rubén Durán, Tonetto o Pablo Álvarez. «Lo más importante para mí era volver a formar parte de un grupo. Lo conseguí, en un equipo que era una gran familia, una piña, en la que disfrutábamos del juego. Y tuve la suerte de disfrutar de muchos minutos», relata. En un Lugo caracterizado por practicar un fútbol que se adaptaba a la perfección a sus gustos: «A lo que mamé desde pequeño. Juego en corto, en largo. Tener la posesión. mover el balón...».

Consiguió la renovación, y este curso, mientras estuvo a salvo de los condicionantes físicos, fue un fijo para Setién.

Adaptado a las necesidades

Considerado mediapunta, no ha tenido problemas para adaptarse a otras posiciones en función de las necesidades. «Siempre he estado cómodo en este equipo -señala-. He jugado de lateral en el Laracha; de juvenil, de mediocentro; como profesional, en la banda... Da igual donde juegue, porque lo importante es ayudar».

Al final, este curso, con un ataque en el que competía con los Iago Díaz, Pablo Sánchez, Peña o Pablo Álvarez, llegó a vestirse de corto en 31 jornadas, 24 de ellos como titular, marcándole un gol al Castilla. Pero acabada la competición, y después de haber hecho pública su voluntad por continuar, el club le comunicó que no seguía. Se lo dijo en primera persona Quique Setién: «Me sorprendió, porque había participado siempre que había estado disponible. Es una pena, porque aquí estaba como en mi casa, pero siempre le estaré agradecido al club».