El defensa resalta que el objetivo de su equipo es pelear por subir a Primera
19 dic 2013 . Actualizado a las 19:08 h.Otro de los héroes del ascenso del Lugo que se encuentra en la diáspora. Es el lateral derecho Aitor Fernández (Valdepares, 1986), que el sábado regresará al Ángel Carro con la camiseta del Hércules, como el año pasado ya hizo con la del Guadalajara.
-Ha pasado de titular al inicio de la temporada a jugar poco. ¿Cómo se lleva?
-Yo soy muy temperamental y estoy que echo fuego. Me está tocando ahora no jugar, y en lo único que pienso es en ayudar a mis compañeros. Al principio jugué, luego me lesioné contra la Ponferradina, con una rotura de fibras. Luego fui entrando, hasta que me expulsaron de manera injusta. Me encantaría jugar en el Ángel Carro.
-Parece que ahora empiezan a enderezar el rumbo.
-Empezamos bien, pero fuimos de más a menos. Nos está costando, pero parece que ahora encontramos la racha buena.
-¿Su única meta es subir?
-El Hércules es un equipo acostumbrado a jugar en Primera. Salimos con aspiraciones claras de subir, y todavía estamos a tiempo.
-¿Hay más presión que en Lugo o Guadalajara?
-Eso te hace ser mejor jugador, creces como futbolista. La afición es muy exigente, y este equipo tiene calidad para ser exigido.
-Hay otros dos exrojiblancos en el equipo, Font Y Azkorra, ¿qué tal se llevan?
-No coincidimos allí, fuimos uno tras otro. Aquí nos juntamos para hablar del Lugo, vemos los partidos. Es una señal de que estuvimos felices.
-¿Le queda la espinita de no haber podido jugar con el Lugo en Segunda?
-No se dio la circunstancia y me fui al Guadalajara. Allí me fue bien en lo deportivo.
-Si se tuviera que quedar con un solo instante de su estancia en el Lugo, ¿cuál elige?
-Me viene a la mente al instante el color amarillo. Aquella tarde de Cádiz. En el momento en que Manu mete el quinto penalti, que no sabes si correr, si gritar, si llorar... Mirar a la esquina en donde estaban los seguidores del Lugo, en medio de la grada rodeados de los aficionados del Cádiz... Cuando recuerdo el ascenso, se me pone la piel de gallina.