En ascenso directo

Murillo EN ROJIBLANCO

CDLUGO

28 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Lugo sigue agrandando su leyenda, mientras los escépticos siguen aferrándose a la coartada de que son sólo 11 las jornadas transcurridas, y ya ocupa la segunda plaza. Si hoy concluyese la Liga sería equipo de Primera. ¿Se lo creen? Yo tampoco, pero este equipo ofrece sensaciones nítidamente superiores a la temporada pasada. Y eso no es casual, sino causal. O sea, mejores mimbres, sin duda, hasta el punto de que tiene los puestos mejor doblados. El triunfo de ayer fue a base de sangre, sudor y lágrimas. Victoria angustiosa, donde la falta de puntería en la primera parte se trocó en el asedio arlequinado del segundo período, con el Lugo roto por su eje y a merced de un rival al que ofreció tantas segundas, terceras y cuartas jugadas que solo un salvador inspiradísimo llamado José Juan impidió que saliesen los puntos. Fue la noche de los porteros. Ellos decidieron el resultado. José Juan y Nauzet se mostraron casi imbatibles. El Lugo tiró de manual para jugar una primera parte casi exquisita, salvo en el remate. Ni Sandaza, ni Iago hasta su remate previo al gol, ni el propio Rennella eran capaces de rematar hacia las esquinas. Solo al muñeco. Pita, en la creación, y Seoane, inmenso en el corte, borraron al Sabadell. Pero el giro copernicano del segundo tiempo hundió al Lugo y catapultó a los catalanes, cuyo asedio final fue épico. Nunca tres puntos fueron tan celebrados. Y es un rival en descenso.