Con el 80 por ciento del reto realizado, el Lugo recibirá a dos rivales directos para consumar la permanencia virtual en Segunda. El primero, una camiseta de enjundia nominalmente, pero con un presente y pasado reciente impropio de su trayectoria. Antes, los lucenses sumaron, tras cuatro derrotas foráneas, una victoria moral y cuantitativa a través del rigor táctico. Una sobresaliente definición de Pablo Álvarez que, además, le permite adquirir confianza en lo individual y consolidar el average particular en el segundo partido imbatido correlativamente. No destacan los lucenses por su volumen goleador a domicilio (ocho tantos), pero sí han rentabilizado extraordinariamente estos exiguos números con dieciséis puntos. El próximo visitante, el Racing de Santander, presenta un balance goleador ligeramente inferior (siete), mas con una proporción significativamente menor (nueve puntos). Un partido que esconde el peligro de una victoria cántabra, pues es el Racing quien marca el límite del descenso. Por ende, un choque vital, pero cuya presión está en las piernas del rival. El Lugo deberá administrar esta circunstancia. Llegarán los santanderinos en su mejor ciclo con cuatro victorias en siete partidos, venciendo a rivales naturales como Huesca, Mirandés y Murcia. El Racing esconde una virtud: es el noveno menos goleado, con números mejores que el sexto, octavo y décimo clasificado. En el retrovisor, su blindaje en la eliminatoria de Copa.