Gonzalo adelantó a los locales, pero Maikel y Losada le dieron la vuelta al marcador en la recta final del partido
23 nov 2009 . Actualizado a las 17:27 h.El Lugo ganó el derbi de San Lázaro: 1-2. Se llevó los tres puntos en la recta final del encuentro, con dos goles de los veteranos Maikel y Losada. El Compostela pagó un alto precio por un error defensivo de Toño, pero los santiagueses hicieron méritos para al menos lograr el empate.
Lugo y Compos salieron con miedo al césped de San Lázaro. El Lugo tuvo durante muchos minutos la posesión del esférico, pero el Compostela también quiso el balón. Los pupilos de Fabiano combinaron con criterio, pero sin profundidad. Poco a poco, el Lugo se adueñó del campo y empezó a dominar, pero sin calidad.
De hecho, en la primera parte el equipo visitante apenas inquietó al portero Pablo. Por contra, el once santiagués dispuso de las dos únicas ocasiones claras del primer acto.
A los quince minutos, Iván desaprovechó una buena oportunidad. Disparó contra el cuerpo del portero Escalona tras recibir un buen centro de Claudio. En la recta final del primer período, otra vez Iván pudo adelantar al Compos, pero al delantero le entró el miedo en el cuerpo en un balón dividido al que llegó primero el portero.
La segunda parte empezó con otra velocidad. Compos y Lugo buscaron con mayor decisión el portal contrario y se registraron un par de buenas acciones por cada bando. La primera jugada peligrosa la protagonizó el once local, a los cinco minutos de iniciarse el segundo acto. Rubén Márquez no supo sacar provecho de un buen centro lateral de Claudio. Un minuto después, el Lugo pudo adelantarse en el marcador, pero lo impidió el meta blanquiazul Pablo, que detuvo el lanzamiento de Arroyo.
Mejor en la segunda parte
Fueron unos primeros minutos vibrantes, en los que el Lugo mejoró la imagen del primer tiempo. El cuadro rojiblanco pisó el acelerador y puso contra las cuerdas al Compos. De este modo, Mauro se plantó solo ante Pablo, pero no estuvo fino en la finalización. Cruzó en exceso el esférico, que salió rozando la cepa del poste izquierdo del cancerbero local.
El Compos se fue metiendo poco a poco atrás. El empuje del Lugo obligó a los blanquiazules a ceder terreno, lo que provocó una nueva ocasión para los visitantes. Otra vez Pablo evitó el tanto de la escuadra de Quique Setién. Detuvo con acierto un cabezazo a bocajarro de Arroyo.
El Lugo perdonó y el Compos empezó a animarse cada vez más. Aunque sin mucha calidad en sus acciones, el equipo que entrena Fabiano Soares dejó a un lado su timidez y estiró sus líneas en busca de la sorpresa. Sin embargo, el Lugo defendió con orden y sin precipitación.
Entonces, la fortuna sonrió a los blanquiazules. Gonzalo ejecutó una falta lateral sin aparente peligro, el balón botó en el área y nadie acertó a intervenir. Ni los delanteros del Compos ni los defensas del Lugo. Unos por otros, y Gonzalo adelantó a los santiagueses.
Más delanteros
El gol descentró durante unos minutos al Lugo. Quique Setién movió el banquillo en busca de una mayor frescura en ataque. El Compos cerró sus filas y defendió la mínima ventaja. El Lugo, por contra, puso toda su artillería en el tapete de San Lázaro (entraron Sergio y Losada) para intentar darle la vuelta al marcador.
A falta de un cuarto de hora, el Lugo, volcado sobre el área blanquiazul, dispuso de otra buena ocasión. El defensa Aira cabeceó y el balón rozó el palo de la meta de Pablo.
En la recta final, el árbitro del encuentro se inventó una falta al borde del área del Compos, una infracción cometida por el atacante lucense que el trencilla interpretó al revés. Maikel colocó el esférico y lo rompió contra la barrera. El rechace llegó de nuevo a Maikel que, con otro disparo raso y potente, logró la igualada.
El Compos, sin muchas opciones en el banquillo (plagado de juveniles), se encerró cada vez más con idea de aguantar el empate, hasta que un error defensivo de Toño le puso el partido en bandeja al Lugo.
Así, el conjunto rojiblanco se llevó injustamente los tres puntos de San Lázaro, aunque en el descuento, y en pleno desconcierto local, Arroyo perdonó el 1-3.