El jolgorio musical y la devoción se dan la espalda en las fiestas de Vimianzo

Patricia Blanco, T. Longueira CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

Las verbenas se celebrarán un fin de semana y las misas solemnes, al siguiente

28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de Vimianzo esperan ya por sus fiestas de agosto. La parte lúdica -orquestas y demás- será el fin de semana del 5, el 6 y el 7. La parte religiosa, el sábado 13 (Virxe do Carme) y el domingo 14 (San Roque), con misas solemnes a la una de la tarde. ¿Por qué esta disparidad que está dando tanto que hablar?

Oficios religiosos: ¿Qué dice el párroco? Para dar respuesta a preguntas de los fieles, la parroquia San Vicenzo hizo público un comunicado explicando que nadie solicitó el cambio de fechas de los oficios y que, además, aunque se demandase, a estas alturas no sería posible adelantarlos por varios motivos. Por ejemplo, porque para el sábado 6 ya está programado desde noviembre un funeral, así como un bautizo y una boda. Además, las comuniones están fechadas para el domingo 14, con todo lo que ello conlleva de organización.

«Si se adelantasen las fiestas religiosas para el sábado 6, tanto el funeral como en el enlace matrimonial tendrían que ser suprimidos, dado que, por liturgia, no pueden ser celebrados ese día. Sí se podría celebrar el bautismo, pero los otros dos Sacramentos no», indica el comunicado, que alude asimismo a que para ambas ceremonias las familias han tenido que reservar pasajes y vuelos, por lo que un cambio les afectaría mucho. Así lo explicó ayer desde Cracovia (Polonia) el párroco, Daniel Turnes. «Eu non teño nada en contra da comisión nin de ninguén. Quixen aclaralo á xente de boa vontade porque preguntaban por que non había misas eses días. Primeiro, porque ninguén da comisión o dixo; e segundo, porque xa había compromisos que a estas alturas non podo mover facilmente». Son citas fijadas con mucho tiempo.

Turnes incide en que su idea «non é armar jaleo» ni «fastidiar a ninguén». Tampoco cuestionar si las fiestas son buenas o malas o si las organiza una comisión o una empresa. El sacerdote hace hincapié en esa «imposibibilidade» y en que no se busca conflicto ni se ha negado nada «porque tampouco ninguén o pediu». Cree que debería haberlo solicitado la organización, «pero tampouco podo andar dicíndolles o que teñen que facer». Obviamente, señala, le gustaría que coincidiesen los actos religiosos con los lúdicos. En el comunicado se especifica, por otra parte, que nada de lo que se aporte a la comisión será destinado a los gastos de las celebraciones religiosas.

Actos festivos: ¿Qué dice la comisión? Al frente de la organización de fiestas está Eloy Alvarellos. Ayer explicó que, en su día, ya se comunicó al Concello el cambio de fechas, «pero non por capricho meu ou gusto da comisión». Dice que, si bien es verdad que la gente tiene más o menos asumido que las fiestas de Vimianzo cuadran en el segundo fin de semana de agosto, no siempre ha sido así y, si la memoria no le falla, esta podría ser la cuarta vez que se cambian, «e nesta ocasión tocoume a min». Así, aporta un cartel del 2011 en la que también se hicieron el primer fin de semana de agosto y uno que, cree, puede ser de 1983. Fundamentalmente, se hace para no coincidir con la Xunqueira de Cee y con las fiestas de Laxe, celebraciones con un público muy similar a las de Vimianzo «en pobos que, como Cee, son máis grandes ou que, como Laxe, atraen a moita xente de fóra». Asegura que ya el presupuesto que se consigue es reducido, por lo que, para esas fechas, «sería imposible facer unha boa festa», teniendo en cuenta que, las actuaciones se encarecen: «Habería que baixar a calidade ou aumentar o orzamento». Explica que, si fuesen el fin de semana del 14 y el 15, ya no podrían disponer de atracciones para los niños: «Sería unha festa moi triste». Que coincida con la Fervenza o la Carballeira de Zas es distinto: «Son doutro estilo».

Recuerda que las fiestas de Vimianzo siempre se movieron entre los días 4 y el 12. Así, no desea «meterme» en el asunto religioso: «Tampouco pedín que se cambiaran». Entiende que hay compromisos y cree que, si fuesen unas fiestas patronales, inspiradas por una solemnidad como las de San Vicenzo, sí tendrían que sentarse a hablar a la hora de cambiar fechas. Alvarellos señala que se sintió dolido cuando en Semana Santa organizó una fiesta privada en el polígono y, dice, su nombre se pronunció hasta en la Iglesia, «e se me criticou antes de falar comigo», pero pese a todo, apunta, no se ha hecho nada con afán de polémica. Anima a quien lo desee a organizar las fiestas, para que se sea consciente del trabajo que implica.