La calle en la que está el edificio natal del almirante sigue cortada, pero los vecinos pasan igual
07 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Ponteceso ha solicitado varios presupuestos para adjudicar el apuntalamiento de la casa natal del Almirante Mourelle de la Rúa. El trabajo consistirá en la construcción de un armazón de hierro que impida que el edificio, de tres plantas se venga abajo. El gobierno local intentó ponerse en contacto con los herederos del ilustre marino, que son al menos una docena, pero las cartas vinieron de vuelta. El riesgo de derrumbe es serio, así lo certificaron los técnicos enviados por el consistorio.
Ante esta situación, el gobierno local optó por vallar el entorno de la construcción e impedir el paso de vehículos, pero la calle General Mourelle, es la principal para acceder a la parte alta del pueblo, por lo que son muchos los vecinos que hacen caso omiso de la prohibición de circular, retiran las vallas y pasan con sus coches, lo que puede ponerles en serio peligro.
El concejal Pose Verdes señaló que la situación no se puede mantenerse, tanto porque limita los movimientos de los vecinos como por los daños que podría causar un desprendimiento o incluso un derrumbe. Además, con el armazón de hierro se podría mantener la fachada, por lo menos hasta que se encuentre el modo de utilizar la vieja construcción como museo del mar, una de las propuesta de la asociación de vecinos Eduardo Pondal. La entidad espera que la situación provisional dure el menor tiempo posible.
La factura con el coste de la obra se pasará a los herederos, que finalmente habían accedido a ceder la finca urbana, aunque el documento no se llegó a firmar ante notario y los nuevos representantes municipales ya explicaron que no tenían dinero para hacer frente a las necesarias reparaciones. La obra se realizará antes del verano, según José Manuel Pose Verdes.