«El bosque atlántico bajo el mar es algo que casi nadie conoce»

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

LAXE

BASILIO BELLO

El biólogo Pablo Pita abogó en Laxe por el aprovechamiento turístico de recursos submarinos

16 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Pablo Pita (A Coruña, 1971) es biólogo y forma parte del Departamento de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago. El sábado ofreció en el Museo do Mar de Laxe una charla sobre el potencial de la riqueza submarina como recurso turístico, dentro del programa Reláxese.

-¿Entraría esa propuesta dentro del turismo verde o ecológico?

-En Galicia se centra en el interior y en las casas rurales, pero en cuanto a los atractivos de la costa y la biodiversidad marina no está nada explotado. El potencial que ofrece es muy alto. En la charla pregunté cuánta gente había paseado el último año por un bosque de carballos y todo el mundo levantó la mano, pero cuándo quise saber cuántos bucearon por un bosque de algas, solo hubo uno y es el ecosistema más rico que tenemos en Galicia. El bosque atlántico bajo el mar es algo que casi nadie conoce.

-¿Puede ser rentable?

-Esperemos que el paisaje submarino se pueda aprovechar para la pesca recreativa, el buceo autónomo, la observación de mamíferos marinos o incluso obtener beneficios espirituales porque la biodiversidad forma parte del acerbo gallego.

-Pero no es lo mismo andar por una carballeira que echarse al mar a bucear.

-Sí, es más complicado, sobre todo el submarinismo porque hay que ser mayor de 14 años, sumergirte con otra persona y gastar en el material. Pero no pasa lo mismo con el esnórquel, que es muy frecuente tanto en el Mediterráneo como en Canarias. En Galicia está por desarrollar porque dicen que el agua está fría, pero se puede hacer en verano y no necesitas más que unas gafas y unas aletas. Sería interesante que lo apoyaran iniciativas públicas o privadas. En las Cíes ha habido alguna pequeña experiencia.

-¿Por qué tendría que hacer esnórquel o submarinismo?

-Para disfrutar de uno de los ecosistemas más ricos y diversos del mundo, incluso mejor que los tropicales. La laminaria es refugio de muchísimos peces que quedan prácticamente al alcance de la mano. La pega es que el agua está verde y que hay olas, pero la costa gallega es muy recortada y siempre encuentras algún sitio en el que pasear por un bosque de algas.

-Sin embargo, en la Costa da Morte el mar ha sido un lugar de trabajo e incluso de sufrimiento y a mucha gente le cuesta todavía verlo en plan recreativo.

-Aquí ha habido una visión utilitarista de los recursos y los servicios han ido en ese sentido. El turismo ha desarrollado la demanda de otras prestaciones, en busca no solo de productos de primera calidad, sino de experiencias vitales y agradables. Estamos terminando un estudio en el que se pone de manifiesto que la pesca recreativa en Galicia gasta al 100 millones de euros en material, lo que supone el 0,2 % del PIB. Casi todos son hombres, si se animaran las mujeres el incremento de la importancia económica y social sería enorme, solo con que los aficionados fueran acompañados por sus parejas. La pesca comercial en primera venta es un 0,8 % del PIB. La náutica recreativa es una riqueza que se está escapando y que no veo que esté en la agenda política. No soy pescador, aunque tengo licencia de pesca. Siempre me interesó más la fotografía submarina.

-Convénzame para que me zambulla.

-Piense que nos estamos olvidando de la mitad de la riqueza patrimonial, nos falta ese mundo que es absolutamente fascinante y al que podemos tener acceso solo con unas aletas y un tubo en verano y entre las rocas. Yo lo he hecho con gente y la primera vez que han estado bajo el mar en Galicia se han quedado completamente alucinados. Mi hija de 6 años no quería salir del mar cuando la llevé.