La cascada de O Ézaro da otro gran paso hacia la accesibilidad universal

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. Lado CEE / LA VOZ

DUMBRÍA

XESÚS BÚA

La Deputación financia la segunda fase de la pasarela que salvará las escaleras

09 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Por increíble que parezca en pleno 2017 el segundo punto más visitado de toda la vertiente sur de la Costa da Morte, con permiso del cabo Fisterra, no está al alcance de todos. Un total de 18 escalones se interponen entre las personas con movilidad reducida y uno de los mayores atractivos naturales de la zona, la cascada de O Ézaro, en Dumbría.

Sin embargo, esa barrera insalvable para muchos pronto dejará de serlo, después de que el último pleno municipal dumbriés aprobase los proyectos de la primera y la segunda fase de la pasarela aérea -irá sobre el agua en una estructura metálica anclada al hormigón y los puntos de apoyo existentes-, que facilitará el acceso universal desde antes de la central eléctrica hasta el pie de la cascada, que ya cuenta con un sendero en madera y una plataforma desde la que observarla.

Además del proyecto, el Concello ya tiene el dinero, al menos la mitad de él, porque la Diputación de A Coruña, aportará 250.000 euros de una subvención nominativa destinada a la segunda fase del «Proyecto de Mejora del Acceso Peatonal a la Cascada del río Xallas en O Ézaro, Concello de Dumbría», que es su nombre completo.

Esta parte de las obras, que incluyen movimientos de tierras, micropilotes, estructura de hormigón, pavimento de madera, iluminación, barandillas y otros equipamientos tiene un presupuesto base de licitación de 349.487 euros, con lo que quedaría cubierto entre lo que subvenciona el organismo provincial, lo que tiene que aportar el Concello y la baja que puedan ofrecer las empresas que se presenten al concurso.

Ahora bien, queda por financiar la primera fase, que no alcanza esas cantidades pero le anda cerca. Son 299.562 euros, con lo que la obra total se irá al entorno de los 600.000 euros, bastante menos del millón inicialmente previsto.

El gobierno municipal ya lo intentó a través del GALP, pero en la última remesa de ayudas el proyecto no entró, con lo que esperan que pueda hacerlo en la próxima. Sin embargo, el alcalde, José Manuel Pequeño, también tiene previsto mantener una reunión con la Xunta, a poder ser con el presidente Feijoo, para pedirle su colaboración. «E que isto non é unha necesidade de O Ézaro, nin de Dumbría, senón do país», afirma el regidor, quien pone de relieve que la Administración local mantiene abierta allí una oficina de turismo todo el año «a pesares de que non é competencia municipal» y considera que «a Xunta tamén podería poñer algo máis da súa parte».

Así, aunque no será el espectacular proyecto pensado inicialmente, con el pavimento de cristal para que los visitantes pudiesen tener la sensación de caminar sobre el agua, ya que esa solución quedó descartada por motivos de seguridad; tarde un poco más o menos, parece claro que la cascada tendrá su nueva pasarela. Al menos esa es la intención clara de Pequeño, que, además, cree que se trata de un asunto de justicia hacia aquellas personas que actualmente no pueden acceder al enclave.