El adolescente de Coristanco que adora los tractores y plantar patatas

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

ANA GARCÍA

«O cambio climático nótase, os ciclos produtivos non son os que eran»

28 abr 2024 . Actualizado a las 12:03 h.

Josefa y María son hermanas y hace doce años abandonaron la explotación ganadera que poseían en Coristanco. Una granja que llegó a tener veinte vacas. La rentabilidad ya no era la misma y decidieron cambiar de actividad. Vieron en el tubérculo una oportunidad de negocio. Optaron desde el primer momento por la variedad kennebec, la más demandada por las grandes superficies, las tiendas delicatesen y la hostelería más refinada de Madrid y Barcelona.

En sus doce fincas empezaron a plantar patata de Coristanco, incluida en la Identificación Xeográfica Protexida Pataca de Galicia. Cuando arrancaron los primeros trabajos de producción, un joven sobrino, Álex Pena Gómez, merodeaba por las fincas y la maquinaria que sus tías tenían en A Esfarrapa, en la parroquia de San Paio. «Dende sempre me gustaron os tractores e todo o que ten que ver co traballo nas leiras», apuntó el joven coristanqués.

Álex Pena, que en la actualidad tiene 15 años, cursa tercero de la ESO en la Escuela Familiar Agraria (EFA) Fonteboa, un centro educativo situado bastante cerca de su domicilio.

Su padre, José Luis, es palista de profesión, y su madre, Sandra, farmacéutica. Pero a Álex no le tira ninguno de los dos oficios y ya tiene claro lo que quiere hacer cuando concluya sus estudios de la ESO: «Quero facer un ciclo superior de algo vinculado ao agro. Teño claro que quedo dedicarme a isto». Los motivos argumentados por este estudiante son varios: «Encántame traballar as leiras, andar coas máquinas, conducir o tractor... É algo que me gusta dende sempre e gustaríame continuar coas miñas tías».

Estos días, la familia ha empezado a preparar las tierras para la próxima plantación: «Sempre empregamos cinco hectáreas de terra para a sementeira, pero usamos o sistema de rotación para que a terra descanse». Entre septiembre y octubre recogerán la producción: «A maior parte da colleita vendémola e unha pequena parte deixámola para o noso consumo». De lo que no tiene dudas el joven coristanqués es de la calidad del tubérculo: «Eu noto a diferenza entra a nosa pataca e a que vén de fóra. Encántame comer as patacas da casas porque sei o que levan e o que non levan. Son de moita calidade». También advirtió del cambio climático. «Os ciclos produtivos, tal e como o entendemos, xa non teñen nada que ver como eran antes. Agora son moito máis complicados de xestionar polos cambios de temperaturas, as choivas ou o exceso de calor. Agora hai que estar moito máis enriba da terra», señaló Álex Pena

La posibilidad de coger en un futuro las riendas de sus tías Josefa y María cuando ellas decidan jubilarse es algo que Álex tiene muy en mente: «Pódese vivir do agro. Se un quere, pode. É un traballo duro, pero grazas á maquinaria pódese levar moito mellor». También habló en términos de inversión: «Non é o mesmo empezar de cero cunha explotación que facelo cando o máis importante xa o tes. A min gustaríame seguir nisto porque lle vexo futuro e tamén unha forma de estar coa familia».