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Fernando Cabeza Quiles, Moncho Vilar y Miquel Sen presentan sendos libros

06 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Un peixe no parqué», de Moncho Vilar

A medio camino entre la novela y el libro de relatos, Ramón Vilar Landeira (Rodís, Cerceda, 1973), presenta «Un peixe no parqué», que estará disponible en las librerías a partir del 13 de este mismo mes. En él, Moncho Vilar ofrece una narración plagada de ironía y humor en la que habla «das parellas que os sábados cean sushi diante da televisión, das pintadas máis insidiosas no váter da facultade, da xente que guinda preservativos dende os seus autos, do olor a naftalina na entreperna, dos camións que veñen de fronte pola estrada...». De la vida cotidiana y de cómo el paso del tiempo se refleja en el rostro y en el corazón.

«El gato de Balzac», de Miquel Sen

Autor de otras obras como «Confieso que he comido» o «Luces y sombras del reinado de Ferrán Adriá» son algunas de las joyas del catalán Miquel Sen Tato, crítico gastronómico, escritor y periodista afincado en Corme desde hace casi un decenio. Editado por Círculo Rojo, en su nuevo lanzamiento, «El gato de Balzac», juega con el personaje del señor Maulèt, una «antigua lumbrera universitaria caída en desgracia por sus actos pedófilos cuando vivía en Madrid». Ahora instalado en Barcelona, indaga en textos en los que se menciona la posibilidad de existir como reencarnado. Es ahí cuando encuentra el manuscrito «El gato de Balzac».

«Toponimia da Estrada», de Cabeza Quiles

Nacido en Ponferrada, aunque residente en Carballo desde hace más de treinta años, el «coleccionista de topónimos» (así le apodan) Fernando Cabeza Quiles, acaba de sacar al mercado el resultado de un exhaustivo trabajo de más de un año y medio. En «Toponimia da Estrada», publicado por la Real Academia Galega y la Asociación Galega de Onomástica, Cabeza Quiles recoge «a toponimia maior do Concello, que é o que ten máis entidades de poboación de todo o Estado español», que recabó pateándolo parroquia a parroquia durante meses y rastreando sus orígenes hablando con las que él denomina como «avoas dos topónimos».