Dos de los 20 premios extraordinarios de bachillerato gallegos son de la zona

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CEE

Jose Manuel Casal

Erika Calvo, de Ponteceso, y Alba Sendón, que estudió en Cee, son las seleccionadas

14 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Erika Calvo estudia Filosofía en Santiago. Podía haber elegido cualquier carrera porque salió de las EBAU, las pruebas de acceso a la Universidad, con un 13,75, apenas 25 décimas por debajo de la perfección. Ahora ha vuelto a mostrar enorme capacidad para el estudio consiguiendo uno de los 20 premios extraordinarios de bachillerato correspondientes al pasado curso. Junto a ella está Alba Sendón Blanco, de Carnota, que estudió en el instituto Agra de Raíces de Cee.

Sendón Blanco lleva años demostrando su valía académica. Ya ganó en el 2015 el premio extraordinario de ESO. Entonces estudiaba en el instituto Lamas de Castelo. Terminó la secundaria con una nota superior al 9. Ganó 750 euros entonces y mil ahora, además de las tasas gratuitas en la Universidad.

Alba Sendón es más de ciencias. Precisamente en el 2005 con otras dos compañeras del centro carnotano fue distinguida con una mención honorífica del premio Explícoche Matemáticas 2.0. Su vídeo Hotel Hilbert, con Tania Beiro y Andrea Rey, fue destacado por su especial eficacia narrativa en la presentación sencilla y visual de la característica definitoria de los conjuntos infinitos, según el jurado.

Además, Sendón Blanco ha recibido el premio a la excelencia que Ferroatlántica concede a los estudiantes del Agra de Raíces.

Además de los mil euros y la exención de tasas el primer año, los méritos del estudiante que obtiene el premio extraordinario de bachillerato queda en su expediente y le permite concurrir a los premios nacionales.

Doce de los galardones fueron para estudiantes de la provincia de A Coruña, en su mayor parte de la ciudad herculina. Dos de los estudiantes son de Santiago, uno de Muros y otro de Ferrol, por lo que el porcentaje de premios en la Costa da Morte el altísimo si se tiene en cuenta la población estudiantil de la zona.

Los aspirantes, que debía tener más de 8,75 de media en bachillerato, tuvieron que realizar una prueba de dos partes. La primera era un comentario crítico de un texto histórico, filosófico y literario y en responder a preguntas sobre un escrito en lengua extranjera. La segunda parte eran temas, preguntas y ejercicios de una materia propia de la modalidad cursada por el alumno.