También se amortizaron tres plazas municipales, en contra del criterio del BNG y el PSOE
07 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El debate plenario de Cee, uno de los pocos de la zona en los que ni siquiera está presente la policía, lleva años destacando por su fluidez, la agilidad argumental y el buen clima entre los rivales políticos. Más de una vez ha sido puesto como modelo de la comarca porque no se miden los tiempos de los contrarios, se interviene el tiempo que cada uno quiere y se interpela de manera constante. Sin embargo, lo que era un referente se está empezando a desvelar, y especialmente este jueves por la noche, como tedioso, repetitivo en lo argumental y con un dominio del puntillismo formalista sobre la confrontación de ideas políticas.
Sin ir más lejos, la decisión de que la nueva concejala del PP, Águeda Díaz, debía tomar posesión como primer punto del orden del día, justificado con argumentos legales por la socialista Margarita Lamela y por el PP, les llevó a los ediles 19 minutos que cortó Vigo con un «se quere tomar posesión que o faga e acabamos coa tontería».
Lo que sí dio para un verdadero debate político fue la normativa de ayuda en el hogar, que Vigo presentó casi calcada a la que le había rechazado dos veces al PP. Circunstancia que aprovechó Zaira Rodríguez, para tacharle de «incoherente» más de media docena de veces y decirle que su sentido de la responsabilidad «é nulo». De ahí que, aunque Vigo argumentase que «volvería a facer o mesmo» si estuviese en el tiempo político anterior cuando los concellos tenían opción de «facerlle cambiar o paso á Xunta», también se llevó las críticas de Serxio Domínguez del BNG que le calificó como «marxista» pero de los de Groucho porque «cambia o seu parecer» segundo donde esté sentado.
Al margen de estas cuestiones, el pleno sirvió para aprobar por unanimidad una moción del BNG contra la violencia machista y, con la oposición del PP, otro por una tarifa eléctrica gallega, que Plácido García, de Ciudadanos, justificó más en la Costa da Morte que en ningún lado. «Aquí inundáronse aldeas, estamos ao pé dos encoros, dos eólicos e do que producimos en cantidade non sacamos beneficio ningún», apostilló.
También se amortizaron tres plazas municipales, en contra del criterio del BNG y el PSOE, que se sumaron al PP y Ciudadanos en el rechazo a la idea de cobrar siete euros por las actividades del centro social, algo que el gobierno califica de imprescindible para sacarlas adelante.
Con todo, en casi cuatro horas de sesión también hubo tiempo para el humor, sobre todo a cargo de Vigo que, cuando Zaira Rodríguez le preguntó cómo había sido la estancia de alguien que fue alcalde en la oposición, le contestó: «Breve».