Aeropuerto improvisado de Razo-Baldaio

La Voz

CARBALLO MUNICIPIO

El avión pudo despegar de la playa un día después de su llegada a Carballo.
El avión pudo despegar de la playa un día después de su llegada a Carballo. Ana García

El 5 de abril del 2003 un avión militar que se había quedado sin combustible aterrizó de emergencia en el arenal carballés

07 abr 2016 . Actualizado a las 21:26 h.

Campeonatos de surf, varamientos, conciertos, naufragios... El arenal carballés de Razo-Baldaio ha sido escenario de todo tipo de acontecimientos y sucesos. Incluso del aterrizaje de emergencia de un avión militar.

Este último hecho ocurrió hace justo ahora 13 años, se saldó sin heridos y se convirtió en un auténtico acontecimiento social propiciando que centenares de personas se acercasen hasta la playa para contemplar en vivo la insólita estampa de un avión estacionado sobre la arena.

Los hechos ocurrieron poco antes del mediodía del 5 de abril del 2003 cuando los cinco tripulantes del Aviocar 212, perteneciente al 803 escuadrón del Ejército del Aire destacado en Santander se vio obligada a realizar un aterrizaje de emergencia al quedarse sin combustible a causa de una avería mecánica.

En el momento del suceso el avión colaboraba en las labores de búsqueda de un tripulante de un yate inglés que desapareció tratando de saltar a la balsa salvavidas tras sufrir una avería a 76 millas al noroeste de A Coruña. Los seis kilómetros de longitud del arenal carballés se convirtieron en el aliado ideal del teniente al mando del aparato y sus compañeros que consiguieron posarlo sin que sufriese ningún desperfecto.

Durante las horas siguientes la playa registró una actividad frenética para tratar de que el avión pudiese marcharse como había llegado, empleado el arenal como pista, en este caso de despegue. Pero, a las 17.30, con los depósitos ya llenos, el comandante decidió posponer la maniobra al día siguiente ya que la marea estaba demasiado alta. Dos potentes tractores remolcaron la aeronave a lo largo de 3 kilómetros hasta la explanada de Razo. Un impresionante Chinook y otros dos helicópteros -un Súper Puma del Servicio Aéreo de Rescate y otro de la Guardia Civil- colaboraron en los preparativos del despegue, en el que también participaron personal de salvamento marítimo, del 061, bomberos y efectivos de Protección Civil bajo la atenta mirada de infinidad de curiosos.

A las 12.25 horas del 6 de abril, 24 horas después de su aterrizaje, el Aviocar 212 enfilaba de nuevo el arenal carballés para en una rápida maniobra -en la que precisó muchos menos metros que los empleados el día anterior- alzar el vuelo e iniciar el viaje de regreso a su base. Los aplausos de las centenares de personas reunidas en la playa y los saludos desde el aire de la tripulación en señal de agradecimiento pusieron el punto final a este insólito episodio de las costas carballesas.