Sé de una persona que nada odiaría más que a su hijo lo llamasen Nacho si ella decide ponerle Ignacio al nacer. Nunca comprendí esa furia por un simple diminutivo, pero ella siempre responde tan concisa como demoledora: «Si quisiese que lo llamasen Nacho, le hubiera puesto Nacho». El punto más al sur de Corcubión es el Cabo de Cee. Y su farola, es el Faro del Cabo de Cee. Ni C, ni teorías conspiranoicas que rozan lo absurdo. Lo primero que veían los marineros al dejar este lugar a babor, era, de frente, el pueblo de Cee. Y de ahí el origen de un nombre que ya aparece en cartas náuticas del siglo XVIII, aunque a veces con la denominación de Cé, que ha ido evolucionando.
Para los vecinos ceenses hay otra de arena: es la Ría de Corcubión. Así ha sido siempre y así sigue siendo como indican las propias fuentes del Gobierno o la Xunta de Galicia. Nunca se ha cambiado la nomenclatura a Ría de Cee y Corcubión ni nada por el estilo. Aunque así aparezca en la web del Concello, como podrían ponerlo en las de Dumbría, Carnota o Fisterra, localidades también bañadas por la Ría de Corcubión.
Es una cuestión de respeto hacia la memoria de nuestros lugares. No lo convirtamos en una banal y ridícula disputa de patriotismo municipal. Como decía Doble V: llama a las cosas por su nombre.