No todas las carnes son iguales

Gabriel Pérez Suárez COMO PUÑOS

CARBALLO

24 ene 2022 . Actualizado a las 23:59 h.

Saliendo al paso de lo que tanto se habló días pasados de la carne de vacuno, voy a contarles un hecho que me sucedió a mí con un solomillo que adquirí en un renombrado supermercado de A Coruña. En unas compras que hice en dicha entidad, adquirí un solomillo encintado con una tira de beicon tan bien presentado que solo le faltaba decir: «Cómeme».

Al otro día, mi señora se puso a prepararme el solomo a la plancha y nada más depositar en ella la carne, empezó a encoger como si fuera un limón exprimido. Lo que parecía una carne de primera se convirtió en una birria.

En lo tocante a lo del señor Garzón, yo no se si tiene razón, pero de lo que sí estoy seguro es de que quienes no la tienen son los señores Casado y Mañueco cuando dicen que la carne española es la mejor del mundo. Eso no se lo creen ni ellos. Insisten en el engaño y de ahí no se apean. Maniquean las declaraciones del ministro para hacer propaganda y conseguir pazguatos que les voten ahora que están a la puerta las elecciones de Castilla y León.

No se puede o no se debe negar lo evidente. La carne de un ganado estabulado que apenas ve la luz del día no puede ser igual a una de pastoreo donde los animales corren y pacen a sus anchas por las praderas. Ahí el ministro tiene toda la razón cuando dice que hay una carne de menor calidad.

Para cerciorarme un poco más sobre el tema de la carne, topé con una revista donde se catalogan las mejores carnes de vacuno del mundo y me encontré con un tanteo inesperado. Resulta que la puntuación que hace de las carnes la revista World Steak Challengue es la que sigue: primera, Finlandia; segunda, Irlanda; tercera y cuarta, Australia y, «pásmense», la quinta, la gallega de la empresa Gutrei. Con esto quiero hacer constar que dónde esté la carne de nuestras «marelas», que se quiten todas las demás.