Pues eso creo que va a ser el covid-19 para todos y cada uno de los problemas e incumplimientos varios. De hecho, ya escuché a algunos alcaldes justificarse con el virus para explicar lo inexplicable. Pero si alguien ha exprimido el asunto hasta el tuétano han sido las entidades bancarias, que han multiplicado por varios enteros su pésima atención al público de los últimos años; eso sí, ahora con una justificación para tapar su prepotencia y desprecio al cliente. Después de suprimir miles de puestos de trabajo, de fijar horarios para distintas gestiones y abocarnos a hablar con una máquina o tener que usar la banca on line para que no nos crujan a comisiones desorbitadas, ya nos hacen esperar en la calle sin justificación sanitaria alguna. Porque si los supermercados y todo tipo de tiendas aplicasen su criterio de un cliente por operario dentro de la entidad ¡imagínense las aceras de nuestros pueblos! Pero además tiene trampa, pues han reducido el número de trabajadores en sus oficinas. Tener que ir a un par de entidades a realizar cualquier gestión es, como mínimo, una hora perdida.
A todo esto, siguen con su política de incumplir sistemáticamente las normas del Banco de España, las leyes y las sentencias del Supremo en cuanto a prácticas abusivas, por las que ingresan de modo espurio ingentes cantidades ante la dificultad de los clientes para reclamar. Ellos cobran, saltándose la preceptiva autorización previa, y ya reclamarás. Proceso que convertirán en un camino minado por señuelos, engaños y veladas amenazas ¡Y eso no ha cambiado ni tan siquiera con Podemos en el Gobierno!