Una esperanza

La Voz BERRO SECO

CARBALLO

16 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Un concello sin plan urbanístico es como un país sin constitución. Es un no saber a dónde va. El balón de oxígeno que el Tribunal Supremo acaba de dar al ordenamiento de Muxía debe ser una alegría para las autoridades locales, muchos vecinos y la propia Xunta. En caso contrario verían como el trabajo de muchos años se por la borda. No están salvados, no obstante, los papeles. Sobre el planeamiento muxián sigue pendiendo la espada de Damocles de la anulación, tal y como pronunció el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. En cualquier caso, el Supremo lo reanima, al menos, por el tiempo que tardará en examinar las causas de la anulación primitiva y tome una decisión definitiva. Así que en Muxía, al menos, les queda una esperanza.