Las consecuencias del paro

Carlos Puga Trigás ABOGADO DE CARBALLO

CARBALLO

05 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aprincipios de año, el paro indefinido en los juzgados de Galicia fue noticia habitual y recurrente, y sus vicisitudes fueron analizadas ampliamente no solo por los sectores profesionales afectados, sino por todos los medios de comunicación. La verdad es que las enfrentadas posiciones de la Administración y de los trabajadores, y quizás la excesiva rigidez de las posturas respectivas, fueron posiblemente la causa de la duración inusualmente prolongada del conflicto. A lo que hay que añadir que la finalización del paro casi llegó porque no cabía otra solución, teniendo en cuenta la división que ocasionó dentro de las propias centrales sindicales.

En todo caso, ya han pasado varios meses desde su término y las consecuencias diferidas del paro ya son ahora apreciables. Es cierto que la incidencia del paro no fue uniforme ni en los distintos órdenes judiciales ni, incluso, dentro de los juzgados de cada Partido Judicial, y, por dicho motivo, no puede deducirse una conclusión generalizada a todo el ámbito de la justicia.

Pero es evidente que un conflicto que supuso la suspensión de miles de actos judiciales a lo largo de casi cuatro meses no puede regularizar la situación en un breve lapso de tiempo. Debe decirse además que la huelga en cuestión del personal de la Administración de Justicia vino a sumarse a la tradicional lentitud de la tramitación de los procedimientos judiciales, con lo cual la demora de muchos asuntos ha venido a incrementarse de forma grave, ocasionando perjuicios evidentes a los sujetos afectados.

De otra parte, una vez finalizado el conflicto, la Administración dio a conocer la existencia de ciertos planes extraordinarios de contingencia, para los que recurría a la colaboración de los propios funcionarios, todo ello con objeto de minimizar los perjuicios causados. Aun sin conocer los efectos prácticos de tales medidas, lo que sí puede señalarse es que, en bastantes ocasiones, a juicios suspendidos en las fechas del paro se les han fijado nuevas fechas incluso más de un año después de la prevista inicialmente.

Es posible que un conflicto laboral similar no se reproduzca en fechas próximas, dado que su misma dureza y la falta de consecuencias positivas prácticas que muchos trabajadores del sector apreciaron a su término. No obstante, las dificultades que ahora surgen para normalizar en un breve plazo la situación creada, han de servir de ejemplo en futuras ocasiones para tratar de conciliar de una parte la lícita defensa de los derechos laborales de los trabajadores con el menor perjuicio posible al conjunto de los ciudadanos en sectores especialmente sensibles como lo es el de la justicia.