Un campo de minas

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo CRÓNICA

CARBALLO

BASILIO BELLO

02 may 2018 . Actualizado a las 22:37 h.

Ahora que la cortina de agua se ha retirado, muchos han aprovechado para estirar las piernas y desperezarse después de varios meses de mal tiempo que ha condenado a los vecinos de la Costa da Morte a estar encerrados en casa. La comarca dispone de multitud de paseos, sendas, parques, playas, rutas y recorridos de todo tipo para disfrutar al aire libre, aunque muchos de ellos han sido tomados por unas singulares minas: los excrementos de animales. Hay que hacer verdaderos esfuerzos para no caer en ellas, y se hace prácticamente obligatorio ir mirando todo el rato para el suelo para no llevarse a casa un pestilente recuerdo pegado en el zapato.

Por si ya fueran pocos los artefactos que los canes dejan abandonados a su suerte en la vía pública, últimamente también es posible toparse en ciertas localidades con las deposiciones que algún que otro caballo olvida. Sobra decir que el tamaño de la bosta es tan grande que pobre de aquel que no se percate y acabe metiendo su pie dentro. Más le vale dejar allí el calzado e irse descalzo, porque será difícil deshacerse de las consecuencias de haber caído en esta trampa de mierda.

Civismo

Cabe preguntarse qué piensan los dueños de estos animales sobre esto. Está claro que no les preocupa lo más mínimo que le puedan meter una multa. Lo cierto es que tampoco es probable, porque para ser sancionados tendrían que coger a mascota y propietario con las manos en la masa, es decir, que el can acabara de defecar y el dueño no recogiera los excrementos, una situación que es muy raro que ocurra en presencia de un agente de la Policía Local.

Lo que está claro es que de civismo andan un poco cortos estos animalistas, porque supongo que a ellos tampoco les gusta que sus canes les caguen en su vivienda, y por eso los sacan a la casa de todos a hacer sus necesidades, malo será que alguien no las limpie o, con un poco de suerte, que vuelve a llover y se las lleve. En fin.