Más viento que ventas en el mercado

Ángel Palmou CRÓNICA SOCIAL

CARBALLO

31 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El relatorio de precios y productos, el bramido del viento y de la lluvia que azotaban el exterior del recinto y los comentarios sobre lo sucedido de madrugada a solo unos pocos metros del elegante edificio carballés volvieron a convertir ayer el mercado municipal de la capital bergantiñana en un espacio lleno de vida por el que pasaron numerosos vecinos. Aunque en algún caso no fuese tanto por atender a la llamada de los productos más frescos y próximos, sino por buscar el mejor lugar para cruzar parte de la plaza del Concello a refugio del envalentonado invierno.

Aún sobrecogidos por lo que podría haber sucedido si el viejo ciprés de la plaza se hubiera desplomado no en plena noche, sino, por ejemplo, hoy mismo -día de feria-, vendedores y compradores se entregaron a lo que manda el calendario: a buscar productos con los que llenar la cesta de la compra para la última cena del año.

Pero, al igual que ha venido ocurriendo en los últimos días, el mal tiempo volvió a jugarle una mala pasada a unos y a otros, y las dificultades de los marineros para salir al mar se tradujeron de nuevo en un desabastecimiento de algunos productos, en el alza de los precios de otros. El besugo, los rodaballos, las cigalas y los camarones brillaban ayer por su ausencia en puestos como el de la Pescadería Antonio, donde sus cotizadas y contadas centolas ni llegaron a ponerse a la venta, puesto que ya las aguardaban en un conocido restaurante local. Las vieiras gallegas tuvieron que ser sustituidas por las de importación (a 20 euros el kilo), los preciados percebes de Corme volvieron a aproximarse a los 80 euros y el lenguado, la lubina y la merluza se instalaron un día más en 40, 35 y 18 euros, respectivamente.

Solo las carnes escapan estos días a ese complejo juego de la ley de la oferta y la demanda que siempre beneficia a los mismos castigando el bolsillo de los consumidor. Tanto el cordero, como el pollo casero -más buscado incluso que en la víspera de Nochebuena-, y la chuleta mantenían en la carnicería Felípez los mismos precios que marcaban a comienzos de diciembre: 12, 8 y 13 euros, respectivamente.

Aun así, la de ayer no fue más que una una jornada de transición en muchos de los puestos del mercado. Será hoy, pendientes otra vez de lo que las condiciones meteorológicas haya permitido traer a los puertos de la zona -y con el aliciente añadido de la feria-, cuando el mercado carballés viva una jornada frenética en la que los vendedores tratarán de dar forma a los encargos realizados en días pasados por muchos compradores mientras los menos precavidos tratan de cuadrar sus presupuestos con la oferta disponible.