De Fisterra a Israel, pasando por Alemania

CARBALLO

08 ago 2014 . Actualizado a las 09:39 h.

Alguna vez, en esta misma página, hemos hablado de viajeros que unían Fisterra e Israel, o al revés. En realidad, Jerusalén, por la importancia de ambos enclaves desde el punto de visto histórico, religioso o de los caminos claves de los últimos siglos que necesariamente han de pasar por Roma, haciendo un pequeño giro en la línea que cruza el mapa. Aquel que lo hizo en moto; otro que realizaba tramos en diferentes momentos en sillas de rueda, un australiano en bicicleta... La epopeya preferida es la de Guillermo Nagore, un navarro que recorrió a pie la distancia entre ambos lugares. Partió un lunes de marzo del 2012, y tras algunos avatares en el tramo final, llegó.

El protagonista de estas, Juan Manuel Díaz Olveira, líneas no lo es por algo comparable, pero desde luego sí se puede decir con propiedad que desde Fisterra ha viajado a Israel. Claro que en medio hay que situar los 21 años que lleva emigrado en Alemania, donde trabaja como jefe de cocina de la Embajada de España en Berlín. Es ahí donde tiene su vida, aunque jamás olvida su procedencia fisterrana. No hay más que hablar un rato con él o ver su perfil en las redes sociales para comprobarlo. El caso es que Juan está estos días en el epicentro de la actualidad política internacional. E incluso en una de las zonas más peligrosa para pasar unas vacaciones, a la vista de cómo se está desarrollando el conflicto (cierto: la zona palestina sería mucho más peligrosa). Con todo, asegura: «Israel segue sendo un dos países máis seguros que eu coñezo, e coñezo uns cantos». Elogia a la gente, «moi servicial e atenta». Ha tenido algún susto, lo normal cuando suenan las alarmas. «Cando iso ocorre, a xente vai moi ordenada aos lugares establecidos, o póñense nos baixos das casas. A televisión di cada dous por tres que facer en cada caso, como se vas por campo aberto e cae un mísil: se explota, non te podes erguer ata que pasen un mínimo de cinco ou dez minutos, xa que pode ocorrer que teña varias cargas e rebente máis tarde a segunda», señala. Ya tuvo que resguardarse en una ocasión, y todos les preguntaron qué hacía allí. No hay muchos turistas estos días, como es evidente. Y españoles, algo anecdótico. Además, familia y amigos le preguntan a diario cómo está. ¿Y su opinión sobre el conflicto? «Palestina ten que loitar por facerse forte cunha democracia unida, e Israel ten que respectar ao seu veciño cando o consiga. Algún día chegará a paz, e espero que sexa duradeira. Darse a man e mirar adiante, xa que ningún dos dous Estados pode seguir nesta desfeita», explica.