La entrada de navaja foránea tira los precios de la autóctona

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Guillermo Traba ha optado por congelar para consumo familiar el marisco que no vende.
Guillermo Traba ha optado por congelar para consumo familiar el marisco que no vende. marcos rodríguez< / span>

Ayer alcanzó los seis euros en la lonja fisterrana pero algunos buzos se quejan de que no encuentran compradores ni a 3,75 euros el kilo

15 oct 2013 . Actualizado a las 07:10 h.

Una vez pasada la temporada de verano el precio de la navaja de la que viven más de medio centenar de buzos en la comarca de Fisterra ha caído de manera significativa hasta el punto de comprometer la viabilidad de este trabajo y dejar sin compradores algunos lotes extraídos.

Los profesionales culpan de este problema a la entrada masiva de producto foráneo y a la falta de desarrollo de los canales de comercialización que hacen que la calidad del marisco, muy superior a la del que llega del extranjero, no se vea reflejada en su rentabilidad.

Ayer los precios en la lonja de Fisterra, tal como señala el presidente del colectivo, Juan Traba, llegó a los seis euros el kilo. Sin embargo, hay submarinistas que en los últimos días fueron incapaces de vender sus capturas pese a que las ofrecían a cuatro euros o incluso a 3,75.

Esta falta de compradores supone además unas dificultades logísticas añadidas porque el marisco, una vez extraído, para devolverlo al mar tiene que hacerse en presencia de la policía o de los vigilantes de la Xunta. De ahí que algunos profesionales hayan optado por regalarlo a centros benéficos o congelarlo para consumo doméstico, pese a que tienen dudas sobre la legalidad de esta práctica.

Jacobo Louzán, uno de estos submarinistas, asentado en Cee, echa en falta mayor diálogo e implicación de la consellería, aunque cree que ellos también están fallando en cuanto a comercialización. «Nalgunhas grandes superficies están vendendo, por exemplo, merluza de Burela e nós, que temos unha de calidade recoñecida, non somos o suficientemente lúcidos para conseguir un convenio dese tipo», afirma Louzán, que entiende que algunos clientes opten por el precio más bajo «porque cada un amáñase como pode», pero asegura que su producto no tiene nada que ver con el de fuera.