En relación a las manifestaciones realizadas por el alcalde de Vimianzo, Manuel Antelo, en La Voz de Galicia, sobre la situación económica que heredó en el traspaso de poderes (balance del ecuador del mandato, publicado el pasado día 4), quiero precisar algunas cuestiones.
Cuando me fui, en caja había unos 480.000 euros, aprobado en acta de la toma de posesión, y las facturas pendientes de pago eran de unos 474.000.
La obra de A Piroga es de 442.000 euros por contrato, del año 2007, y se produjo una baja de unos 160.000. La Diputación aceptó y se hizo cargo de todos los pagos, excepto de la subida del IVA.
Pero en estos trabajos aún faltan por ejecutar algunas cosas, como la tala de los eucaliptos del borde del río, realizar una pasarela por encima de la presa del río Grande de Baio, porque lo que hay es un alambre tensado con tubos de 90 de diámetro, y con este sistema, cuando se produce una rotura, no se puede arreglar.
Por otra parte, había conseguido 130.000 euros para el alcantarillado de Vilar de Cereixo y la depuradora de Baíñas.
El interventor en funciones cerró el ejercicio del 2010 con 10.000 euros de déficit, cuando es mentira, porque le había adelantado a Construcciones Cernadas, el 25 de mayo del 2011, 33.000 euros.
Y las farolas que quitó el alcalde (Pinocho) a sus amigos se las puso en color blanco y de 250 vatios, mientras a los amigos que están en la corporación se las dejó, y con 800 metros de cable en las granjas de Castro.