Los afectados del caso Maceiras pretenden llegar hasta Bruselas

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Algunos de los afectados, en el acto de ayer en Cee
Algunos de los afectados, en el acto de ayer en Cee MARCOS RODRÍGUEZ

La Fruga anuncia que la Unión Europea podría investigar las ayudas

19 mar 2013 . Actualizado a las 07:10 h.

Los afectados por el caso Maceiras, una supuesta trama para obtener ayudas a la reforestación presuntamente de manera ilegal, creen que un año después de presentadas las denuncias -son más de 100 y la semana pasada se formularon otras cinco- y transcurridos dos años desde que informaron a Medio Rural de lo que estaba pasando, ha llegado el momento de exigir medidas. Si es necesario, están dispuestos a llegar hasta Bruselas, donde según adelanta la Federación Rural Galega (Fruga) se estarían dando los primeros pasos para investigar estas subvenciones.

Una veintena de estas personas a las que les adjudicaron parcelas sin saberlo comparecieron ayer en Cee y el jueves llevarán sus reivindicaciones a la delegación territorial de la Xunta en A Coruña. Entiende que toda la documentación presentada pone en evidencia, como explica el sindicalista Gabriel López, que el empresario Maceiras no pudo organizar este entramado si no fue con la presunta connivencia de varios bancos, los funcionarios del distrito forestal, la oficina de correos e incluso alguna estructura dentro de la propia Xunta.

«Él non ten a capacidade intelectual para armar isto por sí só», asegura Josefa Rama, una compañera de estudios de Maceiras que se siente engañada: «Eu nin tan sequera sabía que había subvencións pero como era un veciño confiaba nel», asegura la mujer que, según dice, fue contactada por un hermano del empresario.

José Ozón, otro de los perjudicados a quien le atribuyeron propiedades que no eran suyas, destaca la implicación de los bancos. «Pola cartilla dunha conta ao meu nome e da que eu non sabía nada pasaron unha morea de subvencións de moita xente», relata.

Por su parte, María García, otra de las damnificadas va más allá y, al igual que otros afectados, denuncia presiones y el ofrecimiento de varias decenas de miles de euros para encubrir lo sucedido. «A xunto de min viñeron para que lle firmara, unha vez que se soubo todo para cerrar a conta, pero díxenlle que se antes non lle fixera falta eu para firmar, agora tampouco», comenta la dumbriesa.