El parque eólico de Monteagudo, que afecta a los municipios de Carballo, A Laracha y Arteixo, es «ambientalmente viable» siempre y cuando la empresa Eólica Gallega del Atlántico cumpla las condiciones establecidas en la declaración de impacto ambiental, que acaba de ser aprobada. Según consta en la documentación, en la zona no existe ninguna figura de protección de espacios naturales y la vegetación está compuesta, básicamente, por toxo y breixo, salvo en el entorno del rego de Labrada, en cuya zona, de hecho, se establecen las principales medidas de conservación, tanto para minimizar el impacto del vial de conexión de dos de los aerogeneradores que lo cruzará como para preservar la calidad de sus aguas.
En cuanto a la fauna, en el área de influencia del parque se encuentra la tartaraña cenicienta, que figura como vulnerable en el catálogo gallego de especies amenazadas, y que podría verse afectada durante las labores de roza, ya que anida en zonas de matorrales. En el caso de localizar algún nido deberá establecerse un perímetro de protección en un radio de 500 metros. También se tendrá en cuenta la presencia de aves rapaces, por lo que para las obras se escogerán épocas en las que no tengan cría. Además, la empresa ha de vigilar de forma periódica que los aerogeneradores no influyan en las poblaciones de murciélagos.
Otro aspecto en el que incide el informe de impacto ambiental es la contaminación sonora. Así, la promotora debe elaborar un plan de seguimiento del nivel de ruido. Los puntos de control se colocarán en las viviendas o edificaciones más próximas a los aerogeneradores, como mínimo en los lugares de O Carballedo, Campo da Costa, O Outeiro, Corteo de Abaixo, O Bosque, A Folgueira y el cámping As Névedas.
Para garantizar las demás medidas establecidas en el informe serán cumplidas, la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental establece una fianza de 430.362 euros, 184.441 correspondientes a la fase de obras y 245.921 a la de desmantelamiento y abandono del parque.
El parque eólico de Monteagudo afecta en su mayor parte a suelo carballés, en el que se instalarán cinco de los siete molinos previstos. Los propietarios de los terrenos -59 particulares y las empresas Río Narcea Gold Mines, que tiene solicitado un permiso de investigación en los lugares de Capela y Pedra Aguda, y Puente Lendo, que tiene otorgado el derecho de concesión de las minas de caolín de Vilarnovo, Toxeira, Castiñeiras y Piullosa- ya recibieron las propuestas de adquisición a principios del año 2005, pero el proyecto estuvo parado durante mucho tiempo.
De hecho, pasaron tres años hasta que se realizó la exposición pública del proyecto, con el estudio de impacto ambiental correspondiente, pero en abril del 2011 tuvo que repetirse ese mismo trámite debido a las modificaciones introducidas .