Gastos suntuarios

| EDUARDO EIROA |

CARBALLO

PASABA POR AQUÍ

09 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

ES CIERTO que con lo que gana Loquillo en una hora se podía pagar el sueldo de un año de un empleado municipal. También es cierto que con lo que gana París de Noia se podían pintar todos los pasos de peatones de Cee, y con lo de Ana Torroja, bachear la rebacheada carretera de Carballo. Se puede decir, a ojo, que el presupuesto de fiestas de verano en Galicia debe ser el doble que el de la NASA, y que si se invirtiera en becas estaríamos a la cabeza de Europa. Si en vez de comer fuera uno lo hace en casa, también ahorra, por ejemplo para libros, y si renuncia a viajar, ahorra más, y más todavía si no come marisco. Pero a ver quién se imagina una Galicia sin fiestas llena de gallegos convertidos a anacoretas. A ver quién vendría entonces a Galicia de visita. Las fiestas son eso, fiestas, y hay que pagarlas. A ser posible sin tirar la casa por la ventana. Qué sería de nosotros si nos quitan las verbenas.