GENTES DEL FINISTERRE
27 ago 2001 . Actualizado a las 07:00 h.DECÍA UNA CAMPAÑA publicitaria de hace algunos años: «Quien mueve las piernas, mueve el corazón». Pero a veces basta con mover los brazos. El laxense Daniel Vigo Lema está intentando promocionar su deporte favorito, el piragüismo, en la localidad, en la que es relativamente frecuente verlo dándole al remo a bordo de su embarcación. Claro que no es el único deportista, en absoluto, que entrena en serio. Los jugadores de la Sociedad Deportiva Laxe se lo toman tan a pecho que incluso han participado en la liga de fútbol playa, en la que, como era de esperar, demostraron que por algo son titulares en su equipo. Después de su victoria frente al Cabana posaban así de satisfechos -como los vemos en la imagen- con su trofeo. DEPORTE Y VELOCIDAD es lo que conjuga el carballés Jesús Arán a bordo de su moto acuática, en la que pudimos verlo el domingo haciendo kilómetros en Malpica. Y no es extraño que intente aprovechar las últimas oportunidades de libertad, ya que esos vehículos sólo podrán utilizarse el próximo año en circuitos cerrados o en condiciones concretas. Lógicamente, la norma no afecta al uso que hacen de la moto los socorristas de Razo y Baldaio. A OTROS LES GUSTA ver el fútbol desde la grada, aunque tanto en el campo como fuera de él se declaran incondicionales de su equipo. Es lo que le ocurre al empresario baiés Gelucho Romar con el Deportivo de A Coruña, al que no se cansa de animar con todos los medios a su alcance. Su última ocurrencia, el pasado domingo, fue la instalación de un enorme globo aerostático en la playa de Riazor, y ya se notó el efecto en los jugadores con esos cuatro golazos que situaron como líder al equipo. AUNQUE SON AFICIONADOS AL DEPORTE, el motivo que unió el domingo a autoridades civiles y religiosas de Malpica no fue el fútbol, sino la devoción a la Virxe do Carme. Desde el alcalde, José Ramón Varela Rey, hasta el presidente de la comisión de las Festas do Mar, Santiago Trigo Mira, todos quisieron brindar por la patrona de los marineros durante su excursión marítima hasta las islas Sisargas. En el barco encargado de transportar a las autoridades se reunieron también el cura párroco, y el empresario José Manuel Pose, entre otros invitados. La travesía fue de lo más agradable, y es que el tiempo quiso acompañar a los participantes en la tradicional procesión. En fin, nada que ver con el desastre meteorológico que afectó ayer a toda la Costa da Morte, y que perjudicó a fiestas como las de Corme, que todavía continúan durante la jornada de hoy.