Sí, un grado más significa mucho

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

BIODIVERSA GALICIA

DEAN LEWINS | efe

En la península ibérica un 74 % del suelo está en proceso de desertificación

15 mar 2019 . Actualizado a las 08:13 h.

Los efectos derivados del cambio climático no siempre son fáciles de entender. Por ejemplo, cuando alguien escucha que la temperatura desde la Revolución Industrial aumentó un grado, puede pensar que se trata de una cifra muy discreta. Al fin y al cabo, entre ayer y hoy, el termómetro experimentó cambios de hasta seis grados. Pero es el valor medio global el que crece, que hoy alcanza los 15. El significado que tiene cada grado se entiende mejor cuando uno revisa el pasado y se observa cuál era la temperatura durante la última glaciación, solo seis menos que la actual.

Ayer se presentó el informe Cambio climático y desarrollo sostenible en Iberoamérica que compara y estudia el impacto del calentamiento global en los diferentes países iberoamericanos. En lo referente a la temperatura, el estudio revela que si no se reduce la concentración de gases de efecto invernadero, en el 2100 aumentarán en Europa entre 1 y 4,5 grados si se reducen las emisiones y hasta 5,5 en caso de no reducirse.

El documento destaca además otros efectos como el nivel del mar. En España y Portugal ha subido entre dos y cuatro milímetros al año desde 1992 al 2014. Podría aumentar hasta valores de entre 45 y 82 cm para el 2100, con la consecuente desaparición de importantes núcleos poblacionales. Además, el informe indica que en la península ibérica un 74 % del suelo está en proceso de desertificación, con el consecuente impacto negativo en las actividades agropecuarias.

Este trabajo reconoce también que las pérdidas económicas acumuladas por los efectos del cambio climático en América Latina entre 1970 y el 2008 ascendieron a 81.435 millones de dólares, de los cuales más de la mitad son por los daños causados por fenómenos extremos. En España y Portugal, las pérdidas económicas causadas por el cambio climático entre 1980 y el 2013 suman 39.617 millones de euros.

Por otro lado, países como España, México o Portugal se encuentran en una situación de déficit ecológico, consumiendo mucho más de lo que se genera. El uso de recursos no se encuentra ligado al índice de desarrollo humano, ya que al igual que existen países con superávit ecológico y altos niveles de desarrollo humano, como es el caso de Uruguay, hay también países con importantes carencias.

En lo referente a las emisiones, varían mucho entre los países de Iberoamérica, aunque en emisiones per cápita todos los países se encuentra por debajo de la media, excepto España y Venezuela. El informe considera preocupante que la intensidad de emisiones de gases de efecto invernadero de los países iberoamericanos no se este reduciendo en casi ninguno de ellos.