Jorge Alborés: «Vendemos un décimo do primeiro premio no 2018, e este ano viñeron varios preguntando se o tiñamos»
OUTES
A falta de una semana para el gran día, el outiense manifiesta que el nivel de ventas en su administración está siendo bueno
08 dic 2019 . Actualizado a las 17:11 h.Desde hace casi dos décadas, Jorge Alborés regenta la administración de lotería de Outes, un negocio en el que tomó el testigo de su madre. Durante este tiempo, en dos ocasiones ha repartido fortuna en el sorteo de Navidad. La primera vez, con un quinto premio en el 2005 y, la segunda, en el 2018: «Vendemos un décimo do primeiro premio, e este ano viñeron varios preguntando se o tiñamos», señala. «O cero é que aquel, que foi o número 03347, sacárase por máquina. Cantas posibilidades hai de que volva tocar?», inquiere.
Jorge Alborés asegura que la cita con la fortuna del 22 de diciembre tiene un carácter especial: «Non é onde maior volume de cartos tocan, pode gañarse moito mais noutro tipo de apostas cun desembolso menor. Neste sorteo hai un gran compoñente de ilusión. A min gústame cando caen premios en pobos pequenos, como pode ser Outes, e ves á xente que sae á rúa para celebralo. Penso que ese é o verdadeiro espírito».
Desde luego, a Jorge Alborés le gustaría ser él uno de esos loteros que el próximo domingo 22 traigan una lluvia de millones al ayuntamiento en el que tiene su despacho o, por lo menos, «que sexa nalgunha localidade próxima. A ilusión sempre a tes aí».
Dos períodos
A falta de una semana para el gran día, el outiense manifiesta que el nivel de ventas en su administración está siendo bueno, manteniéndose los niveles de ejercicios precedentes.
Especifica que, en su caso, puede hablarse de dos períodos fuertes en el despacho de billetes: «No verán, especialmente pola afluencia de xente de fóra, e a partir de finais de novembro. En setembro e outubro hai pouco movemento».
Condicionados por el azar
El lotero reconoce que en su oficio hay otras variables que son determinantes en el aumento de décimos despachados: «Estamos marcados polos premios que damos. Se repartes varios ao longo do ano, sempre haberá maior afluencia de xente».
Otro aspecto que también ha repercutido, explica, es el cambio legislativo sobre la realización de participaciones de lotería. Alborés precisa que pequeñas entidades o comisiones de fiestas que adquirían décimos con el fin de venderlos y obtener financiación para sus actividades han dejado de hacerlo: «Non é que supoña unha ruína, pero nótase nas vendas. Moitos decidiron non seguir polos trámites que había que realizar. Aos colectivos pequenos suporíalles bastante trastorno».
Ahora, Jorge Alborés aguarda que los niños de San Ildefonso vuelvan a acordarse de Outes.