La PAU

María Xosé Blanco Giráldez
María Xosé Blanco CARA Y CRUZ

NOIA

09 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La temida prueba de acceso a la universidad, este año rebautizada como PAU, ha vuelto a cumplir con las expectativas, con exámenes que han disparado el nerviosismo de los estudiantes e incluso han hecho brotar lágrimas. Es entendible que el sistema necesite una criba para limitar la entrada en los distintos grados, lo que resulta incomprensible es que todos los años exista polémica por preguntas mal formuladas o que no atienden a los criterios esgrimidos por el mismo equipo que luego se encarga de diseñar las cuestiones. ¿Se trata de valorar los conocimientos de los chavales o de cazarlos en un renuncio?

Esta cuestión es especialmente grave si se comparan los exámenes a los que tienen que someterse los estudiantes en Galicia con los de otras comunidades. Por ejemplo, las pruebas de Historia de España de Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía o Murcia no contaban con una pregunta obligatoria ni de corte competencial, la que aquí tanta polémica despertó e incluso fue objeto de reclamación por parte del IES Virxe do Mar de Noia. A la hora de acceder a la universidad, a cualquiera del territorio español, las notas de todos contarán por igual, sin tener en cuenta el grado de dificultad de los exámenes.

Por fortuna, como en todo, la moneda de la PAU tiene dos lados. En este caso, la cara es para los estudiantes que tanto se han esforzado para poder cumplir su sueño y para los profesores que los han acompañado en este tortuoso camino. Porque hay docentes que se han implicado al máximo tanto dentro como fuera de las aulas y su apoyo ha sido fundamental para muchos chavales.