El pabellón Agustín Mourís dio cabida a un concurso de disfraces infantil que destacó por la calidad de las propuestas
13 feb 2018 . Actualizado a las 11:38 h.El carnaval es una fiesta que se asocia ?con todo merecimiento? a la irreverencia, a la sátira y al cachondeo en general, pero eso no tiene por qué estar reñido con la reivindicación, y ayer en Noia quedó demostrado que, de hecho, no lo está. No en vano, el tradicional y esperado concurso infantil de disfraces sirvió para hacer campaña para que se oficialice la ruta del Camino de Santiago que pasa por la comarca. Ese compromiso con la causa tuvo, además, el premio de los miembros del jurado.
Costó que se caldeara el ambiente en el pabellón municipal Agustín Mourís, aunque a poco fueron irrumpiendo pequeños de todas las edades luciendo sus mejores galas carnavaleras para participar en un concurso que estuvo muy reñido.
Difícil decisión
Hubo menos participación que en otras ediciones, pero eso no fue en detrimento de la calidad y el jurado lo tuvo difícil para emitir su veredicto, necesitó cerca de una hora para tomar una decisión. Finalmente, acordó coronar como ganadora en la categoría de grupos la representación de Noia Portus Apostoli, que se hizo con un premio de 350 euros. La segunda posición fue para L.O.L. y el bronce, para Entre majos y majas.
Ligeramente inferior a la de grupos, 300 euros, fue la cuantía que se embolsó una pareja por su propuesta Chegou a última etapa, a fin do Camiño. Mientras que la victoria en el apartado individual fue para Desayuno con diamantes, seguida de una pequeña Maléfica.
Hinchables y talleres
La cita más destacada del programa de entroido de ayer era la de Noia, pero en el resto de la comarca la actividad también fue intensa. En Porto do Son, el pabellón Santa Irene, epicentro de las actividades de carnaval, fue escenario en esta ocasión de una concurrida fiesta infantil. No faltaron ni los talleres, ni los juegos ni, por supuesto, los disfraces, y princesas, superheroínas y animalitos varios guardaron la cola pacientemente para dar rienda suelta a la diversión en los hinchables. En Ribeira también hubo actividades para los más pequeños, y en Rianxo se celebró el Deporte Choqueiro.
Sin embargo, no fueron los niños los únicos que ayer se enfundaron los disfraces para disfrutar de la fiesta. Los integrantes de la peña boirense Os Luns ao Sol, por ejemplo, no faltaron a su cita anual con don Carnal y son casi una tradición más de estas fechas, mientras que los usuarios de Ambar celebraron un festival al que invitaron a asistir a sus familias. Divididos en grupos, realizaron elaboradas representaciones de las distintas etapas históricas, desde la prehistoria a la edad media, pasando por las culturas griega y egipcia. En cambio, los alumnos del Bayón optaron por disfraces de cuento.