Adiós al sastre que era el alma y el corazón de Modas Salido

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez MUROS

MUROS

Higinio Salido fundó un próspero negocio junto a su mujer.
Higinio Salido fundó un próspero negocio junto a su mujer. CEDIDA

Higinio Salido fundó en Muros y A Coruña un próspero negocio y dejó en sus hijos la impronta de la pasión por la moda

15 abr 2025 . Actualizado a las 21:11 h.

En una época en la que las prisas lo barren todo ha dejado de darse valor a lo hecho a mano, a las milimétricas puntadas de un traje confeccionado a medida, a la sabiduría que hay detrás de cada patrón, al arte de construir una prenda desde cero que puede durar una vida entera. En una época como esta, manos como las de Higinio Salido Beceiro son un tesoro insustituible, porque ellas, curtidas a hilo y aguja, eran testimonio de un oficio casi en extinción. Pero son, sobre todo, irreemplazables para su familia, que ya no podrá volver a sentir su tacto. Porque Higinio, que era el alma y el corazón de Modas Salido, ya no está.

Atrás quedan los años de juventud, en los que conoció a su mujer e hizo de Muros su sitio en el mundo gracias a ella. También la época de la emigración en Suiza, donde tocó trabajar de lo que fuera para ganarse la vida, y los años dorados en A Coruña. Allí nació Modas Salido, un comercio en el que tenía su taller de sastrería y del que salieron incontables prendas de vestir durante todos los años que Higinio permaneció en activo.

Modas Salido tenía también sucursal en Muros, y hasta que uno de sus hijos tomó las riendas del negocio en la villa muradana, el matrimonio iba y venía cada semana desde la ciudad herculina para ponerse al frente de la tienda: tres días atendían a sus clientes en A Coruña y el resto, en Muros, en una vida nómada que, con mucho esfuerzo, hizo prosperar el comercio. Había que tener mucha fe y mucha pasión por lo que hacían para semejante peregrinación semanal, pero ellos la tenían, y se la inculcaron a sus hijos. Tanto es así que en los tres dejó la impronta del amor por la moda y todos se dedican a algo relacionado con ella.

Fueron décadas de trabajo duro que acabaron cuando llegó la merecida jubilación, e Higinio se dedicó a disfrutar de los suyos mientras la salud le acompañó. Y cuando esta falló, también, porque siempre los tuvo cerca. Primero los cuidó él, luego lo cuidaron a él. Y finalmente se marchó, discretamente, sin sufrimiento ni dramas. Se fue a los 86 años recién cumplidos porque era lo que tocaba, y los suyos lo aceptan mientras reciben una oleada de cariño de amigos, vecinos y clientes que han querido despedirse de Salido como él merecía.

El último adiós será en la tarde de este miércoles. A las 20.15 horas está previsto que sus restos salgan del tanatorio rumbo a la iglesia parroquial de San Pedro de Muros para el funeral, y posteriormente recibirá sepultura en el cementerio de As Mimosas.