El Concello de Mazaricos ultima con los vecinos la puesta en marcha de una comunidad energética para poder reducir el consumo de electricidad
16 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los hogares de Mazaricos gastaron el año pasado más de 14.000 megavatios hora en energía eléctrica o, lo que viene siendo lo mismo, algo más de 700.000 euros, cantidad que el Concello está decidido a reducir aprovechándose de los múltiples beneficios que permite el aprovechamiento de la energía fotovoltaica mediante la constitución de una comunidad energética, una nueva figura asociativa que pretenden poner en marcha a la mayor brevedad posible y a la que esperan se adhiera la mayor cantidad posible de vecinos.
Precisamente para explicarles los pormenores de su funcionamiento se llevó a cabo una reunión de trabajo con personal de la Universidade de Vigo y de Espazo Coop. Estas son dos de las diez entidades que participan en el proyecto EC4Rural, financiado por la Unión Europea y que cuenta con socios en Bélgica, Estonia y España. Es precisamente en estos dos últimos países donde está prevista la constitución de 34 comunidades energéticas, de las cuales 22 cuentan con constituirse en Galicia.
«Esta é unha oportunidade fantástica para converternos en protagonistas da transición enerxética. Temos capacidade, temos tecnoloxía e temos tellados e iso é todo o que precisamos para poñer en marcha a nosa propia comunidade enerxética e frear a dependencia que temos do prezo da electricidade que nos vén imposto», explica Ramón Rodríguez, director de proyectos de Espazo Coop, que señaló que Mazaricos cuenta con más de 40 hectáreas de tejados susceptibles de ser aprovechados para la colocación de placas fotovoltaicas.
Se trata de un importante potencial del que forman para el polideportivo municipal o el centro sociocultural de A Picota que el consistorio tiene previsto ceder para este proyecto. «Pola nosa parte non vai haber problema. Todos os edificios municipais que poidan aproveitarse, imos cedelos se existe verdadeiro interese por parte da veciñanza», apunta el alcalde mazaricano, Juan José Blanco Riveiro, que incidió en el importante ahorro energético que puede tener para los hogares y negocios del municipio una comunidad energética.
Casi la mitad en las facturas
«Calculamos que o descenso das facturas pode oscilar entre o 45 % e o 55 % se a instalación se dimensiona correctamente e se optimiza o seu funcionamento. Unhas porcentaxes que poden ser incluso superiores se utilizamos baterías, ben sexan físicas ou virtuais», comenta Xabier Simón, profesor e investigador de la Universidade de Vigo que explica que formando parte de una comunidad energéticas «pasamos de ser simples consumidores a ser tamén produtores e distribuidores, controlando todo o proceso de autoabastecemento eléctrico. Neste sentido convén ter en conta que os aforros son moito maiores facéndoo de xeito conxunto que individualmente porque cantos máis perfís de consumo diferentes teñamos máis nos imos beneficiar da enerxía que poidamos producir».
El funcionamiento de una comunidad energética es relativamente sencillo y se resume en la explotación conjunta de placas solares —se establece un período máximo de 25 años y una potencia límite de 100 kilovatios— con el condicionante de que la distancia entre los hogares y el punto de producción no puede superar los dos kilómetros, si la instalación se ubica en un tejado o los 500 metros si es sobre una parcela. La producción de estas placas se enviaría a la red eléctrica pudiendo compensarse los excedentes con la empresa comercializadora que cada socio tenga contratada o incluso venderla al mejor postor.
La forma jurídica necesaria para poner en marcha una de estas comunidades energéticas puede ser la de una simple asociación —su coste de constitución no acostumbra a superar los 150 euros— o bien la de una cooperativa cuando se trate de múltiples socios o varios puntos de emisión.