Un obra que ha sufrido sucesivos reveses en su historia

La Voz

BOIRO

18 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia de las obras que han dado lugar al puerto de Cabo de Cruz tal y como se conoce hoy, con los dos diques de abrigo, los pantalanes para embarcaciones pesqueras ya instalados y una dársena deportiva, está plagada de promesas incumplidas y retrasos que también han salpicado a las instalaciones para los barcos bateeiros.

Década de los 90

Los inicios. Resumiendo mucho la historia, hay que remontarse a finales de los 90 para encontrar noticias alusivas los primeros trámites para ampliar la lámina de agua de la dársena y la construcción del náutico.

Década del 2000

Varios compromisos. Con el arranque del nuevo siglo se reactivó la actividad en torno a la obra. En el 2002 se presentó un proyecto, en el 2003 se anunció el inminente inicio, en el 2004 se dio a conocer una nueva propuesta que estaría ejecutada para el 2007 y en el 2006 se comprometieron siete millones para la actuación. Hubo que esperar a finales del 2008 para que comenzase la construcción de los diques, en los que finalmente se invirtieron 12 millones de euros.

Década del 2010

Recta final. Tras varias vicisitudes y un parón que dejó parte de la obra en los espigones inconclusa hasta el 2012, ese mismo año se inauguró el puerto deportivo. Aunque inicialmente estaba previsto que los pantalanes para la flota profesional se instalasen en el 2011, los de los bateeiros no llegarán hasta el 2018.