El efecto llamada de una nevada no falla

Javier Romero Doniz
Javier romero RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

CARMELA QUEIJEIRO

El Iroite sirvió ayer a numerosos barbanzanos y foráneos de improvisado parque de atracciones

05 feb 2015 . Actualizado a las 07:52 h.

La nieve ejerce siempre un irresistible efecto seductor en la condición humana. A los más pequeños, como Claudia, de apenas 3 años, les dibuja una sonrisa digna del mejor parque atracciones. Ayer, esta niña noiesa, escoltada por su madre, se deslizaba con su trineo sobre un manto blanco en lo alto del monte Iroite. A pocos metros había otro grupo de noieses, otro de boirenses, y, no muy lejos, otro llegado de Valga, atraídos por la gran nevada que, en la pasada madrugada, cubrió la parte más alta de la sierra de Barbanza.

La subida al macizo en coche -otros valientes lo hicieron en bicicleta- había que hacerla con marcha cortas por la existencia de finas capas de hielo. Basta decir que a primera hora de la mañana el servicio de emergencias municipal de Boiro echó unos 80 kilos de sal para evitar males mayores durante el resto de la jornada Pasaban unos minutos del mediodía y numerosos coches ya salpicaban los márgenes de la carretera. Fuera, con el mercurio rozando los dos grados, barbanzanos de todas las edades levantaban muñecos de nieve o, simplemente, optaban por atrincherarse tras los árboles para lanzarse un zafarrancho de pelotas de nieve.

El apartado de incidencias se cerró sin grandes problemas. Tan solo algún derrape de coche que no implicó la ayuda de los equipos de auxilio. Los más activos fueron los operarios del servicio de emergencias boirense, que, además de madrugadores, supervisaron todas las subidas a la sierra. En Lousame, concretamente en San Xusto, la nieve también cayó con fuerza -entre los kilómetros 19 y 25- a su paso por el corredor de Santiago. Aquí tampoco hubo incidencias, pero los conductores sí que tuvieron que circular a una velocidad muy por debajo de la permitida.

 

 

Alto de Paxareiras

 

En la zona de Muros las precipitaciones en forma de nieve también se pudieron ver. En lo alto de Paxareiras, en la AC-400, la primera nevada cayó sobre las 08.00 horas y provocó una salida de vía sin importancia, ya que la conductora siguió circulando sin problema. A medida que avanzó la jornada el manto se convirtió en agua dejando como principal zona blanca de la comarca el alto del Iroite, que, por la tarde, sirvió de campo de juegos a otros muchos barbanzanos.