La maestra, suegra del alcalde de A Pobra, tenía 86 años
05 ago 2024 . Actualizado a las 11:20 h.Hay pocas figuras que dejen tanta huella en las personas como los maestros que les guían en sus primeros años de formación para salir al mundo, y algunos tienen tanta influencia que sus alumnos les recuerdan para siempre, da igual el tiempo que pase. Una de esas maestras eternas era María del Carmen Villoch Ferrer, que este fin de semana se marchó para siempre, repentinamente y sin hacer ruido, dejando en A Pobra una legión de antiguos pupilos, y sobre todo, de amigos.
Si por algo era conocida Carmen Villoch era por sus años como profesora en el colegio de Virxe do Monte, la escuela que ella misma, maestra vocacional, fundó nada más acabar la carrera. Por sus aulas pasaron varias generaciones de pobrenses en una época en la que las opciones educativas eran limitadas, y aunque el centro cerró sus puertas a finales de los años 70, muchos de sus alumnos acudieron a despedirla para mostrarle el cariño que aún le tienen.
Su faceta de maestra le granjeó el reconocimiento de sus vecinos, pero también será recordada por su carácter sociable, por su activismo y por su participación en diversas entidades en las que, a sus 86 años, todavía tenía un papel activo. Con especial cariño hablan de ella en la Asociación Contra el Cáncer de A Pobra, entidad de la que fue socia fundadora e integrante de la directiva durante muchos años. En los últimos tiempos, seguía colaborando activamente como voluntaria, un papel que la actual presidenta ponía en valor, asegurando que la inesperada despedida de Villoch «es una gran pérdida para nosotros, y para todo el pueblo, porque siempre ha sido una persona muy involucrada con el desarrollo de A Pobra». Formaba parte también de Amas de Casa y también seguía colaborando con Cáritas.