Pegan a una persona con discapacidad porque les afeó estar haciendo botellón en la playa: «Non me podía defender»

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

BARBANZA

El barbanzano tiene la nariz rota, los ojos aún hinchados y una profunda brecha en la frente.
El barbanzano tiene la nariz rota, los ojos aún hinchados y una profunda brecha en la frente. cedida

La víctima, un vecino de Ribeira, tuvo que ser socorrido por una pareja tras la agresión

16 abr 2024 . Actualizado a las 16:18 h.

El fantasma de la violencia volvió a planear sobre Ribeira el pasado viernes. En esta ocasión, el afectado fue Juan Manuel González Santos, una persona con discapacidad y jubilada a la que propinaron numerosos puñetazos en la cara y el torso mientras caminaba por la playa de Area Secada con su perro.

Al parecer, todo empezó porque se encontró a un grupo de jóvenes de corta edad haciendo botellón. Ante la estampa de varias bolsas y botellas de plástico tiradas sobre la arena, el barbanzano les preguntó que quién había dejado aquello allí, que era un escándalo hacer algo así.

La respuesta del grupo de chavales fue instantánea: «Vete de aquí, tú no eres nadie para decirnos nada». Ante la actitud violenta de los muchachos, el hombre respondió que era un ciudadano como otro cualquiera y que todo el mundo tenía derecho a poder bajar hasta la orilla del mar sin encontrarse todo hecho un desastre. El tono de los chicos empezó a empeorar, por lo que González decidió darse la vuelta y alejarse un poco para ponerse a jugar con su perro, un pastor alemán.

Tan solo minutos después del desafortunado encuentro, asevera que notó que alguien le observaba desde la distancia mientras mascullaba que «no voy a darle un par de hostias porque está el chucho, porque sino ya iba a por él». La frase preocupó a este vecino de Ribeira, que no dudó en llamar a la Policía Local y pedirle que viniese a ver lo que estaban haciendo los chavales: «Seguramente me viron co teléfono na man e souberon que chamei para que viñeran porque enseguida saíron de alí».

Más tranquilo, al ver que los muchachos se retiraban, el barbanzano siguió jugando con su can en la arena hasta que de repente vio bajar a dos de los chicos. Uno de ellos iba en bañador, lo que le hizo pensar que se dirigía a darse un chapuzón. Lejos de ser así, el supuesto agresor se echó a correr hacia él para propinarle varios puñetazos en el rostro y en el torso.

Aturdido

El primero fue en la frente y provocó en la víctima un estado de confusión: «Por un momento non vía nin escoitaba case nada, o meu instinto foi intentar taparme como puiden, pero non me podía defender». Tras este llegaron varios golpes más que le dejaron los ojos hinchados y el tabique de la nariz roto. Por fortuna, allí se encontraba una pareja paseando también con su perro que no dudó en intervenir.

En este caso fue el hombre el que se acercó hasta los chavales para decirles que «se tan valentes sodes por que non pegades tamén a min?». Los supuestos agresores acabaron por huir de la escena, momento en el que estos dos vecinos aprovecharon para brindar ayuda al afectado, que se mareó: «Sangraba abundantemente e non tiña como limparme, tivéronme que sentar alí un rato para recuperarme pouco a pouco».

Tras tres cuartos de hora de espera, una ambulancia del puesto de Rianxo trasladó al hombre al hospital, que permaneció en urgencias desde las 22.30 hasta las 5.00.

Preguntado sobre si tiene miedo de encontrarse de nuevo con alguno de los chicos que presuntamente le propinaron la paliza, afirma que él va a seguir haciendo vida normal y que espera que la Policía pueda cazarlos pronto: «Eu tamén fun rapaz como fomos todos, pero nunca fixen algo así, ao contrario, cando vía que alguén facía o que non se debía berraba con el».

Por ahora, el barbanzano se enfrenta a varias semanas de recuperación de sus lesiones.