«Jealsa es mi segundo hogar, me afecta mucho verlo así»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Incendio en las instalaciones de Jealsa
Incendio en las instalaciones de Jealsa CARMELA QUEIJEIRO

Trabajadores y vecinos vivieron con angustia e incertidumbre una jornada que no olvidarán

12 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin poder contener las lágrimas, María Luisa contemplaba el domingo la imagen de las todavía humeantes estructuras calcinadas por el incendio que afectó a Jealsa. A su lado, una mujer la abraza y ella apoya la cabeza en su hombro buscando un consuelo que no encuentra. Pasan los minutos y el llanto incesante continúa. Transcurrido un tiempo, todavía con los ojos empañados, relata que comenzó a trabajar en la fábrica de O Bodión hace 26 años: «Este es mi segundo hogar, me afecta mucho verlo así».

Precisa que conoce bien cada palmo de las instalaciones porque transita por ellas de forma habitual. Su cometido consiste en la realización de labores de desinfección y limpieza.

A medida que la conversación avanza su ánimo va tranquilizándose y subraya que, dentro de la gravedad, las consecuencias podrían haber sido peores si el viento hubiera soplado en dirección contraria. Destaca el esfuerzo de los equipos de extinción: «Lo frenaron al límite», señalando la zona de las instalaciones en las que se encuentran el área productiva y los depósitos, que quedaron a salvo de las llamas.

A ella se suma otra compañera, también de la sección de limpieza, que explica que varios miembros de su familia trabajan en la fábrica. Ambas hablan de la importancia de la empresa conservera: «Esta es una cadena que afecta a toda Barbanza».

El sentimiento

Cerca de ellas, un par de hombres observan lo que sucede dentro del recinto, al tiempo que recuerdan aquella pequeña fábrica que fue creciendo hasta transformarse en la empresa líder que es en la actualidad.

Uno de ellos afirma llevar toda su vida laboral en la empresa textil Jealfer, en el área de mantenimiento. Asegura que se ha acercado hasta O Bodión «polo sentimento. A empresa nai é Jealfer, e Rianxeira é a filla».

Ambos comenzaron a conversar junto a la verja y a descubrir que sus vidas laborales tienen nexos comunes. De mayor edad, el otro hombre señala que trabajó como transportista en la fábrica de Jealsa: «Agora levo sete anos retirado». Ante un suceso como el ocurrido, manifiesta que no podía permanecer indiferente: «Nacín con eles», subraya.

Y así, comienzan a hablar sobre el principio de todo y de su crecimiento. No hablan solamente de puestos de trabajo, sino de un sentimiento.