El noiés que cuida desde las aulas el medio ambiente

María Xosé Blanco Giráldez
M.X. Blanco RIBEIRA

BARBANZA

cedida

Es el impulsor de un proyecto contra el cambio climático que está presente en Europa, América y África

14 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Climántica es un proyecto de carácter didáctico que inició su andadura en el 2006 con el fin de aunar a estudiantes, docentes e investigadores en una misión común: la lucha contra el cambio climático. Detrás de esta iniciativa, que actualmente está presente en buena parte de Europa, en todos los países de América latina e incluso en localizaciones de África como Tánger y Casablanca, se encuentra un barbanzano: Francisco Sóñora Luna (Noia, 1963). El eje son unidades didácticas para su empleo en las aulas, pero el objetivo final es, partiendo de los estudiantes, influir en la sociedad y educarla en el respeto por el medio ambiente.

Fue hace tres lustros, durante su etapa como profesor y director del IES Espiñeira de Boiro, cuando Francisco Sóñora redactó la memoria técnica de Climántica, con el fin de presentarla a un concurso de méritos surgido a raíz de un convenio entre las consellerías de Educación y Medio Ambiente. La vocación que lo había llevado a la senda de la docencia, le mostró también este camino como complemento de su trayectoria: «Non se me ocorría outro reto mellor ca o de poder participar no desenvolvemento dos estudantes, buscando así incidir na sociedade». Y Sóñora aunó las tres carreras que completó: Magisterio, Biología y Pedagogía.

Dimensión global

Varios factores fueron determinantes en el nacimiento de Climántica. Por una parte, los 15 años de experiencia profesional en distintos niveles de la enseñanza que por aquel entonces tenía el noiés y, por otra, dos grandes crisis ambientales, los macroincendios y la tragedia del Prestige: «Nese contexto, configurouse un proxecto que precisaba unha oportunidade para saír do centro educativo». Y esa ocasión llegó de la mano de la Xunta de Galicia, que después le abrió las puertas de Europa a través de una línea de subvenciones. Luego sería la ONU la que propiciaría la internacionalización del programa. «Nunca imaxinei que acadara esta dimensión, aínda que eu xa propoñía ao comezo crear un método pedagóxico que superara as barreiras do idioma, da cultura e das fronteira», reconoce el autor.

Durante todo este proceso se fueron sucediendo los éxitos. Los últimos llegaron hace solo unos días, en forma de dos proyectos que, en una convocatoria de la UE, alcanzaron la máxima puntuación. Uno está liderado por el Concello de Outes y busca compensar las carencias que el covid y sus restricciones motivaron en la parte experimental de la enseñanza de las ciencias, tomando como referencia el cambio climático y sus efectos sobre el marisqueo. Desde las aulas, los estudiantes podrán seguir la evolución del berberecho de Noia y de otras especies a través de cámaras que nutrirán de imágenes un programa informático específico: «Poderemos comparar as mostras de berberechos no Báltico, no Mediterráneo e no Atlántico, pois temos socios en todos eses mares».

Objetivos a largo plazo

El otro, auspiciado por la USC, persigue producir una película de cine musical con escenarios en diferentes países y contextos de interés de turismo verde. La dotación de cada uno de los proyectos ronda los 250.000 euros. Se trata de iniciativas que garantizarán la continuidad de Climántica durante varios años. Pero el sueño de Francisco Sóñora es, por supuesto, más ambicioso: «O que me gustaría é que se prolongara máis alá do que significa a miña traxectoria profesional».

Primero, por el esfuerzo y la ilusión que él puso en esta idea, pero segundo, y quizás más importante, por los profesionales que han ido surgiendo en torno a Climántica: «Hai nenos que con 12 anos se uniron a este programa e agora están a facer traballos de fin de grao e teses. Do que máis orgulloso me sinto é de ver o enorme talento que vai espertando este proxecto en eidos tan diversos como a ciencia, o cine, as telecomunicacións, a medicina...».

Fernando Sóñora tampoco oculta la satisfacción que le genera comprobar como investigadores de renombre internacional respaldan su apuesta. En este sentido, su último logro ha consistido en implicar a César de la Fuente, que desde Estados Unidos trabaja en la lucha contra las superbacterias; Ángel Carracedo, un referente en genómica; y Emilio Fernández, especialista en ecosistemas marinos. Los tres impartirán charlas en el marco de Climántica.