La venta de viviendas se desplomó en el primer semestre del año

Jose Manuel Jamardo Castro
J. M. Jamardo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Se registraron 200 transacciones inmobiliarias, 168 menos que en el ejercicio anterior

24 nov 2020 . Actualizado a las 13:14 h.

La pandemia ha provocado una auténtica revolución en la práctica totalidad de los sectores económicos de la comarca. Ninguno ha quedado al margen de una situación que está poniendo contra las cuerdas a muchos colectivos, y el negocio inmobiliario no es una excepción y también sufre en sus carnes las consecuencias del coronavirus. Una muestra de ello es que las transacciones se han parado prácticamente en seco, sobre todo durante el confinamiento. Inmobiliarias de la zona destacan que la caída en el primer semestre del año fue brutal, aunque después del verano comenzaron a notar una leve mejoría.

Los datos del Ministerio de Fomento son demoledores y en especial en el primer tramo del 2020. En los primeros seis meses del 2019, las transacciones inmobiliarias que contabilizó el Gobierno español alcanzaron las 368, mientras que en el período comprendido entre enero y junio de este ejercicio, la cifra cayó de forma espectacular hasta las 200 en los 11 municipios.

Donde más cayó la actividad de compra-venta de inmuebles fue en Ribeira. Mientras en el primer semestre del año pasado se hicieron un total de 123 operaciones, en este solo fueron 47. También llama la atención Mazaricos, donde solo una vivienda cambió de manos en los seis primeros meses del 2020.

En Carnota, las transacciones se redujeron a solo dos entre enero y junio, cuando en las mismas fechas del ejercicio pasado se alcanzaron las 19.

Las inmobiliarias consultadas destacan que, por lo general, los meses de enero y febrero son bastante malos para la compra-venta de viviendas, pero a partir de marzo el interés crece por parte de los clientes con vistas al verano. Sin embargo, el confinamiento «paralizou todo, e ademais provocou que a xente collese algo de medo pola incerteza sobre o mantemento do emprego», apuntaban desde una agencia de Muros.

Única excepción

El único municipio que consiguió revertir los datos negativos fue Lousame. En los seis primeros meses, se formalizaron seis transacciones, mientras que en el mismo período del pasado año solo se realizaron dos.

Juan Pazó, de la inmobiliaria Montelouro, destacó que la situación en el primer semestre fue muy mala. «Nós estivemos pechados uns tres meses no confinamento, empezamos a traballar en xullo. Aínda así, atendiamos por teléfono e por correo electrónico a xente que nos pedía información para alugar. O único que fixemos foi apalabrar, e despois cerramos algunha que outra operación, pero xa no verán».

El descenso de las ventas fue muy significativo y Pazó reconoció que hasta junio solo habían formalizado una transacción: «Tivemos que pechala nun notario de Santiago». Con todo, «o verán foi moi bo».

El portavoz de la inmobiliaria Faro, Juan Mayo, comentó que en enero y febrero el año prometía, pero «o confinamento parou todo. Algunha operación que tiñamos pechada botouse atrás por medo, algunha incluso coa fianza entregada».

La situación dio un vuelco en junio y, según Mayo, «houbo vendas e operacións. O terceiro trimestre foi moi xeitoso e o sector recuperouse un pouco».

La demanda de parcelas y pisos con terraza experimentó un importante incremento

La pandemia y, principalmente, el confinamiento provocaron un cambio en la demanda a la hora de buscar vivienda. Desde el mes de marzo, la mayoría de las consultas a los profesionales se refiere a si los pisos tienen terraza, como apuntó Alfonso Gago, de la inmobiliaria ribeirense Laxe. «O mercado estivo parado moitos meses e no verán aumentou, pero o que notamos foi unha caída na venda de pisos», dijo.

Los posibles compradores, «cando veñen xunta nós é para preguntar por vivendas con azoteas, aínda que o que ten moita máis saída son as parcelas para edificar. Quen nos dera máis terreos para poñer á venda». Y es que el suelo, «estase movendo moito, e tamén as casas unifamiliares», reconoció Alfonso Gago.

Disponer de una vivienda con finca es lo más demandado por los nuevos compradores, cuestión que también comparte el muradano Juan Mayo: «Se é xunto ao mar, moito mellor». Eso si, los precios de los terrenos también han variado.