Gema Torres: «Teño ganas de volver a traballar, pero tamén moito medo coa que está a caer»

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La enfermera del hospital de Barbanza se contagió en marzo de coronavirus

17 nov 2020 . Actualizado a las 15:17 h.

La sonense Gema Torres González vive con pasión su trabajo. Es enfermera interina y fue una de las primeras en padecer el coronavirus en la comarca. En marzo estaba desarrollando su actividad en el hospital comarcal de Oleiros y el día 23 notó los primeros síntomas. Desde ese momento ya nada fue igual. Tras varias semanas encerrada a cal y canto en su domicilio, le dieron el alta, aunque continúa de baja a causa de otra dolencia.

Gema Torres, de 40 años, recuerda que estuvo en contacto con los primeros enfermos que llegaron al hospital y tras encontrarse mal «mandáronme para a casa. Estiven unha semana illada e ata o 1 de abril non me fixeron a primeira proba. Dei positivo».

Con una hija pequeña, que se quedó en casa de sus padres, puso el candado a su hogar, donde permaneció un mes sin ver a nadie. Solo una hermana se acercaba para llevarle comida y medicinas. Las horas y los días eran largos, demasiado largos. «Estiven eu soa ata o 4 de maio», cuando otra prueba le advirtió de que ya estaba limpia. A pesar de que había superado el covid-19, siguió viviendo sola varias semanas más «por precaución».

Tos y cierto malestar

Durante el trance de la enfermedad, Gema Torres comenta que apenas tuvo problemas, excepto algo de tos y malestar general. «Eu facía as cousas da casa, o que peor levaba era estar soa. Sen ver á nena, a meus pais e á familia, pero había que seguir vivindo. Iso si, pásanche moitas cousas pola cabeza».

Uno de los momentos más difíciles fue cuando estaba encerrada y supo que esos días ingresaron a su progenitor en el hospital barbanzano. «Foi moi duro. Meu pai ten problemas de saúde. Eu, ao saber que estaba no centro hospitalario de Ribeira, temía que se contaxiara pois había uns días que eu dera positivo. Foi unha incerteza e eu sentíame culpable, pero foi por outra cousa. Resultou un alivio para min. Tamén era non poder velo».

El respaldo de su familia y de sus conocidos fue especial: «Estiveron en todo momento ao meu lado e preocupados por min. Tamén os compañeiros e o médico de cabeceira».

Esta enfermera sonense ya tiene ganas de volver a vestirse su ropa de trabajo. Terminó su contrato hace unos meses en el hospital de Oleiros y ahora está a la espera de que la llamen para el de Santiago. Aunque sigue de baja por otra enfermedad reconoce: «Por un lado teño ganas de volver a traballar, pero tamén moito medo ca que está a caer nas últimas semanas con tantos contaxios».

A pesar de todo, Gema Torres continúa pensando en servir a los demás