Ojos más allá de la cima del Iroite

Ramón Ares Noal
MONCHO ARES RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Técnicos y militares forjados en el EVA-10 prestan servicio en instalaciones y misiones de carácter internacional

11 dic 2019 . Actualizado a las 08:13 h.

Sus protecciones mimetizadas hacen que parezca que forma parte del paisaje, pero el Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 (EVA-10) no es un adorno y cumple una labor estratégica, en la cima del monte Iroite, que cada 10 de diciembre nos lo recuerda la fiesta de su patrona, la Virgen del Loreto, y ayer no fue una excepción. Se estrenaba al mando el comandante Roberto Ruiz, que fue fiel al testigo que recogió del teniente coronel Juan José Vázquez, presente en el acto, y este, de Ramón Río, también asistente. Y es que la estación no solo son los ojos del espacio aéreo del noroeste peninsular y el Atlántico, ya que de sus instalaciones salen técnicos que mantienen radares en toda Europa, y, a mayores, militares que participan en misiones internacionales, como la Centinela.

En detalles como los señalados se centró la intervención del comandante Roberto Ruiz, así como en el agradecimiento al calor que sienten de la sociedad barbanzana, con una colaboración recíproca que va desde la presencia en reseñables actividades festivas, a la lucha contra los incendios, o el desbroce de los montes y el uso de las instalaciones deportivas, intercambios que subrayó el flamante responsable del EVA-10.

En cuanto a la conmemoración, tras la eucaristía celebrada por el cura castrense Marcelino Barros, ayudado por sus homólogos José Vilaboa y José Ortoño, y cantada por la coral del Liceo de Noia, tuvo lugar el reparto de distinciones a una docena de profesionales y el emotivo homenaje a los caídos.