Cuestión de luces

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla HABITACIÓN 101

BARBANZA

Oscar Vázquez

06 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie puede competir con el Vigo de Abel Caballero. El alcalde más alcalde de España ha sido el ‘culpable’ de la última batalla política. ¿Qué concello tiene más luces?

Su lucha comenzó con el ninguneo de muchos de sus compañeros de profesión. El socialista, en cuyo currículo sobresale un doctorado en Económicas en Oxford -título que no regalan en la tómbola- se convirtió en el hazmerreír de las redes sociales con un acento inglés que dejó mucho que desear. «With the lights, with the music. Very welcome everybody here», soltó ante un público encantado. El resto se lo tomó a coña.

La conjura de los necios comienza con una frase premonitoria: «Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él». Algo similar ocurrió con el regidor, en la diana durante semanas.

Vigo es ahora la envidia de medio país y de toda Galicia. Los que se mofaron sacan dinero a raudales de las arcas públicas para contragolpear con sus propias luces led. Pero los autobuses con dirección a la Vigo no cesan y los comerciantes y hosteleros olívicos se frotan las manos.

Algunos se preguntarán por el motivo de esta fiebre. Y la respuesta es sencilla. Si la gente adora la Navidad no es por una cuestión religiosa. Lo es por la ilusión, por su magia, porque nos permite reencontrarnos con la gente que tenemos fuera, y porque nos recuerda esa sonrisa que teníamos cuando éramos niños y esperábamos los regalos pegados al árbol.

El espíritu navideño es imbatible. Abel fue el primero en entenderlo, el resto siguen ahora sus pasos. Era solo cuestión de luces.